Génesis Garvett, diputada de la Asamblea Nacional chavista, decidió de forma contradictoria desinstalar WhatsApp de su flamante iPhone 15 Pro Max. La razón: considera que la popular aplicación es una plataforma tóxica que incita al odio y la violencia, pero si el absurdo no fuera suficiente, el video lo compartió en su cuenta de Instagram, propiedad de Meta, la misma compañía que opera la aplicación de mensajería instantánea.
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“Quiero hacer una reflexión antes de hacerlo. Las redes sociales y las plataformas pertenecen a grupos económicos muy poderosos que también las utilizan para espiarnos y apropiarse de datos que nosotros vamos dejando y de esta forma generar necesidades, pero también dominar la forma en que pensamos”, declaró.
Lo que resulta innegablemente irónico es que esta reflexión fue compartida a través de Instagram, una red social que, como bien sabe Garvett, es parte del imperio digital de Meta. Es evidente que la diputada no ve contradicción en continuar utilizando otras plataformas de la misma corporación, siempre y cuando el nombre “WhatsApp” no esté en la ecuación.
Garvett no se detuvo ahí. Continuó con su arenga contra WhatsApp, sugiriendo que la aplicación fue utilizada para incitar al odio, y decidió alinearse con las instrucciones de Nicolás Maduro. “Desde la dignidad como bolivariana me sumo al llamado que hace el presidente Nicolás Maduro de boicotear esta aplicación, dejarla de usar, y eliminarla”, afirmó.
El acto de eliminar una aplicación de su teléfono, aunque simbólicamente cargado de intenciones políticas, no deja de ser una acción que despierta suspicacias. ¿Dejará también de utilizar su iPhone, símbolo máximo del consumismo capitalista que tanto repudia su partido y que puede llegar a valer más de 270 salarios mínimos? ¿O es que solo le preocupa una aplicación en particular? La doble moral y la falta de coherencia entre las palabras y acciones de algunos funcionarios chavistas, como Garvett, se muestran nuevamente en todo su esplendor.