CNE, arrinconado y en evidencia… las tres pruebas del robo de las elecciones que ya no puede tapar el chavismo

CNE, arrinconado y en evidencia… las tres pruebas del robo de las elecciones que ya no puede tapar el chavismo

El presidente venezolano Nicolás Maduro, a la izquierda, recibe la certificación del presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, de que ganó las elecciones presidenciales en Caracas, Venezuela, el lunes 29 de julio de 2024. (AP Foto/Matías Delacroix) | Foto: AP

 

 

 

La comunidad internacional tiene los ojos puestos en Venezuela ahora más que nunca, tras el robo de las elecciones del pasado 28 de julio donde, según el CNE, Nicolás Maduro obtuvo 6,4 millones de votos (52 %) frente a 5,3 millones del opositor Edmundo González Urrutia (43 %), representante de la líder opositora inhabilitada María Corina Machado.

Por Semana

Las dudas a nivel internacional se han incrementado y es cada vez más difícil para el oficialismo argumentar el resultado cuando ni siquiera ha publicado las actas solicitadas por decenas de países que dudan del proceso de escrutinio y algunos lo tildan de un fraude.

Por su parte, la oposición ha publicado pruebas contundentes que demuestran que Edmundo González ganó la mayoría de los votos y que, dada la ventaja, Nicolás Maduro tendría que obtener 3,9 millones de votos en el 18 % restante de las mesas que han sido escrutadas hasta este momento.

La oposición registró en el primer boletín que el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática lideraba la votación por un 37 % y las imágenes de más de 24.000 actas oficiales lo respaldan, lo que significa que es estadísticamente imposible que Maduro gane, así se lleve el 100 % de los votos que aún no se han contabilizado.

Dada la complejidad de un formato como el que se usa en Venezuela para las elecciones, es altamente improbable que, como denuncia Maduro, la oposición se haya inventado los resultados. También hay que agregar que es poco probable que los datos sean fraudulentos debido a la multitud que presencia los comicios y los códigos QR que coinciden con las actas impresas.

La producción de nuevos códigos QR por parte del CNE sería un desafío de altas proporciones, a lo cual habría que adherirle el reto de falsificar las firmas de más de 150.000 personas y usar las máquinas para registrar las marcas de tiempo y datos que coincidan con el resumen de votos que emitieron previamente. La idea de que el CNE publique las actas se hace cada vez más ambigua.

En SEMANA, justo 10 días antes de las elecciones presidenciales, María Corina Machado reveló que la estrategia de la oposición era tener ojos en las urnas, la idea siempre fue movilizar un amplio número de testigos en casi todas sus mesas, su misión era una sola: observar cada detalle del proceso de votación y estar aún más pendientes del resultado.

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