Luis Barragán: Biord Castillo

Luis Barragán: Biord Castillo

Luis Barragán @LuisBarraganJ

Constituye una buena noticia la designación de monseñor Raúl Biord Castillo como Arzobispo de Caracas, sucesor del cardenal Baltazar Porras que está en corazón de toda la feligresía capitalina, al igual que de otros prelados, como los monseñores Polito Rodríguez Méndez Jesús González de Zárate, como arzobispos de Barquisimeto y de Valencia respectivamente. Creemos importante que haya una mayor difusión de lo que significa una adecuada y oportuna renovación institucional de la Iglesia venezolana, huelga comentar, en un país de dudosa institucionalidad.

Inmediatamente, constatamos que existe una formidable reserva moral en Venezuela. Opinión semejante a las otras dos personas referidas, sintetizamos en Biord Castillo nuestras naturales indagaciones: es un salesiano de muy sólida formación religiosa y académica con una larga trayectoria pastoral, conocedor de la geografía venezolana, y en él ciframos nuestras mejores esperanzas como creyentes y también como ciudadanos para estos tiempos tan duros y difíciles.

Hay testimonios de feligreses, discípulos y amigos que hablan de su humildad y carisma, vocación y talento, convicción y trabajo, claridad y disposición. Elementos estos importantes en la Venezuela que ha de promover un liderazgo afín en el campo político y social, comprometido con un ideario e, igualmente, una acción que incida eficazmente en la realidad.





El caso de Biord Castillo, como seguramente Rodríguez Méndez y González de Zárate, avisa de una espontánea predisposición para el perdón fundado en la justicia y la reconciliación, importante en medio de las no pocas tempestades que se avecinan. La búsqueda, hallazgo y realización de un consenso, requiere del aporte de pastores de un convincente talante y firme compromiso, para que ese consenso se haga histórico, valedero, estable, prolongado, a favor de la democracia y las libertades públicas.

Finalmente, acotemos, en el país de una crecida ambientación mágico-religiosa, incluso, teñido por la ideología de género, muy todavía es legitima la alternativa cristiana. La Iglesia como “sociedad de contraste”, según expresara el padre Román Sánchez Chamoso en “Vocación cristiana y liderazgo” (Trípode, Caracas, 2003), tiene ante sí inmensos desafíos por estas latitudes.