Razzia roja, reforma constitucional y culillo electoral

Razzia roja, reforma constitucional y culillo electoral

La razia o razzia originariamente significa la incursión en territorio enemigo para destruir o saquear, se asimila en algunos casos también una suerte de violencia policial a través de las redadas. En política se usa para referirse a la exclusión, persecución o arrinconamiento de personajes, que resultan incómodos, por cualquier motivo, a la nomenclatura del gobierno o del partido. Suele suceder en los partidos autoritarios, de estructura leninista y propios de gobierno totalitarios.

Por: Elsa Muro

El gobierno ha comenzado, o mejor dicho ha profundizado, la limpieza de quienes fueron parte del chavismo histórico, de los enemigos u opositores a las pretensiones continuistas de Maduro.





La limpieza y destrucción no es por razones de ética pública, o de moralidad expresa del liderazgo, es la razón formal pero no la esencia.

Maduro quiere llegar a trocha y mocha al 28. Triunfante como un tunante y truan, es decir, “por las buenas o por la malas”.

Persigue, denuncia, insulta, maldice, veja y condena al desprecio a sus antiguos aliados.

Después de 20 años se dio cuenta que traicionaron al pueblo, a la nobleza del Comandate Eterno.

Maduro está como Rambo en la películas de Stallone “solo y arrecho”.

No entusiasma, no conmueve ni mueve. Él lo sabe.

En sus ocultas movilizaciones de campaña ofrece, promete, adula, pero da muestra de un actuación propia de Rambo: soledad, rabia y violencia. De todo y contra todo.

Ahora, como cuando Gómez habrá Unión en las cárceles de las victimas de los delitos de corruptos y traidores a la patria: lo rojos rojitos “raziados” y los disidentes de oposición.

Paz en las mazmorras y en el cementerio de los olvidados.

Trabajo para evitar ser alcanzado por loa jinetes del apocalipsis legislativo, que dan motivo formal pero no ético ni justo, conformado por el Código penal, las leyes contra el odio, defensa del equipo, antifascismo y de fiscalización de las ONG’s.

Ahora Maduro dolido, su mejor actuación como Rambo ofrece llevar adelante una reforma constitucional.

Una modificación de la Constitución, que va contra la esencia de los derechos humanos y la regulación constitucional en cuanto a una naturaleza progresiva.

Los derechos fundamentales pueden ser objeto de modificación, siempre para mejorar y no empeorar la situación. El carácter progresivo es un límite, incluso, su preeminente valor sobre la propia econstitucionl evita que el catálogo de derechos se desmejore.

Maduro “el reformador” pretende ocultar su soledad y culillo electoral violando los derecho humano consagrado en los tratados, acuerdos y convenios internacionales, que tienen preminencia en el ordenamiento interno, sea o no consagrado y desarrollados en la Constitución y en las leyes que ejecuten, pueden ser objeto de modificación.

El macilento jurista del terror, el infalible Escarra no lo aconsejo, seguro comenzó a alborotar su engominada cabellera, como lo hacía en su propaganda cuando era candidato opositor.

La Reforma no solo viola los derechos de El Aissami. Sacmar y del ahijado protejido de los Maduro Flores.

El límite de la pena no puede afectar su esencia propia ni la dignidad humana, no puede ser reformados para hacer nulo su goce y disfrute, ni mucho menos para destinarnos perseguir a ciudadanos, nacionales o extranjeros.

Esa reforma es inconstitucional, impertinente, contraria a los derechos humanos. Si se quiere perseguir a los corruptos, a los antiguos amigos no solamente de gobiernos sino de andanzas, están vigentes el Código penal y la ley anticorrupción.

No hace falta falta volver a una violación grotesca a la Constitución.

La razzia roja entre rojos no debe afectar al resto de los venezolanos, pues el culillo electoral nos hace reos de delitos de traición a la patria y corruptos.

Venezuela será un inmenso territorio selectivo de corruptos y traidores a la Patria.