Cajeros automáticos, una especie en extinción en Anzoátegui

Cajeros automáticos, una especie en extinción en Anzoátegui

Cajeros automáticos, una especie en extinción en Anzoátegui

 

En el estado Anzoátegui, los cajeros automáticos están prácticamente extintos. En un recorrido se observó que muchos equipos están inoperativos, se hundieron entre el óxido y las fallas de sistema, pasando al olvido.

Por Corresponsalía lapatilla.com

Aunque existen nuevas herramientas financieras en el sistema bancario venezolano, como las transferencias inmediatas y el Pago Móvil, también es cierto que problemas de conectividad y apagones influyen negativamente en el uso de estos mecanismos.

Los pocos cajeros automáticos que funcionan en la entidad en muchos casos “no tienen efectivo, es difícil, donde hay billetes se arman colas y hay que estar cazando los que funcionan”, dice José Camacho, usuario de cajeros automáticos.

En una reseña del diario Primicias Uno, se menciona que en El Tigre, al sur de Anzoátegui, estas máquinas han quedado en el recuerdo para Omaira Zamora, habitante de la zona. El desuso de los cajeros automáticos también se debe al poco dinero en efectivo que circula entre los usuarios y la digitalización de la banca.

“Ya no es tan necesario retirar efectivo. Ahora hasta puedes pagar un pasaje por Pago Móvil, sin ningún problema”, expresó.

Una opinión diferente sostiene Edgar Fajardo, otro tigrense, quien expuso que hace falta contar con los cajeros de esta modalidad. “Siempre es necesario. A veces las taquillas de los bancos están abarrotadas y estos cajeros automáticos aliviarían el proceso de atención”, aseveró.

Lo cierto es que quedan pocas de estas máquinas funcionando en la entidad y las que están inactivas se convirtieron en piezas destartaladas.

Efectivo necesario

Para pagar el pasaje, comprar alimentos en las famosas carretillas, adquirir productos en la economía informal, entre otras actividades, “es necesario contar con efectivo. Los choferes o los verduleros no tienen Pago Móvil, por ejemplo. ¿Cómo hacemos?”, denuncia Francisco Guainia, habitante de Barcelona.

Aseguran que quienes no pueden ir a una taquilla interna de las entidades bancarias por sus actividades diarias, veían en los cajeros una opción, que en este momento no es viable.

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