El hombre que interrogó a Yahya Sinwar cientos de horas cuenta cómo piensa el cerebro de la matanza de Hamás en Israel

El hombre que interrogó a Yahya Sinwar cientos de horas cuenta cómo piensa el cerebro de la matanza de Hamás en Israel

El jefe del grupo terrorista Hamas Yahya Sinwar en Gaza, el pasado 14 de abril de 2023 (Reuters)

 

Presentarse a orar en sus mezquitas”. Faltaban minutos para las 4 am del 7 de octubre en Gaza cuando esa orden comenzó a difundirse como cascada entre quienes los yihadistas que se habían entrenado en los últimos meses para una operación especial. Se suponía que debían reunirse ese mismo día para rezar cuando los primeros rayos del sol asomaran. El mandato se emitió en susurros, casi uno por uno, en persona, para evitar que las comunicaciones electrónicas fueran interceptadas por Israel. Allí, en lugar de encomendarse a las sagradas escrituras, una nueva consigna fue comunicada: busquen sus armas y municiones.

Por infobae.com





Los terroristas de Hamas que habían sido convocados todavía no sabían que cruzarían la frontera en la próxima hora dando comienzo a la peor masacre contra el pueblo judío desde el Holocausto. La paradoja de utilizar comunicaciones verbales y personales en tiempos de digitalización extrema le permitió a la cúpula del grupo palestino eludir uno de los sistemas de vigilancia e inteligencia más avanzados del mundo.

De acuerdo a un informe del diario británico The Guardian, las órdenes llegaron primero a oídos de los comandantes de los batallones de cien yihadistas, luego a los jefes de los pelotones de 30 o 20 miembros y así sucesivamente hasta llegar a amigos, vecinos y familiares que quisieran unirse en la consigna de Hamas de barrer Israel y sus ciudadanos. Dos horas después, a las 6 am de esa mañana infame, comenzaría la matanza.

El principal cerebro de la sangrienta operación fue Yahya Sinwar. Es el jefe absoluto de Hamas en la Franja de Gaza desde 2017, cuando reemplazó a Ismail Haniyeh, quien fue nombrado “líder político” y se mudó de inmediato a… Qatar. De 61 años, Sinwar creció en una ciudad al sur de la Franja de Gaza llamada Khan Younis. Allí fue vecino de otro de los mentores de los ataques pasados, Mohammed Deif, jefe militar de Hamas.

Infobae dialogó durante horas con Michael Koubi, un ex oficial del Shin Bet, el servicio de inteligencia y seguridad general interior de IsraelKoubi es un veterano experto en Hamas. Fue el funcionario de mayor rango en aquella organización. Conoce desde hace décadas al grupo terrorista -y a sus popes- desde antes incluso de que existiera la organización con su actual denominación. Desde 1983 hasta su retiro interrogó a cientos de yihadistas.

Sinwar fue el ingeniero, mentor y alma mater de las Brigadas Al-Qassam, el ala militar de Hamas, responsable de la matanza del 7 de octubre. En los 80 dedicó su tiempo a dos obsesiones: armar al grupo terrorista e identificar y ejecutar a los posibles colaboradores de Israel. Tenía a su cargo las llamadas “Fuerzas de la Gloria”, encargada de los traidores. Consistió en la primera misión dentro de esa agrupación. Fue en su barriada local donde supo construir su fama de cruel e implacable, lo que le permitió alimentar un temor reverencial a su figura que se propagaría por toda la Franja. De esa forma ganó un tenebroso apodo: “El carnicero de Khan Younis”. Fue sentenciado por un tribunal militar israelí en secreto por haber asesinado a doce palestinos.

Esos doce palestinos no eran colaboradores israelíes, como él los acusó. Eran vecinos a los que sentenció por otras cuestiones: desde posiciones políticas hasta interpretaciones religiosas que él -un conocedor de memoria del Corán– entendía a su manera. Con uno de ellos, particularmente, fue exageradamente cruel, despiadado. Luego de imputarle ser espía de Israel, convocó al hermano del acusado -miembro de Hamas– y lo obligó a enterrarlo vivo en la arena. La leyenda del “carnicero” se agigantaba en Gaza.

Sinwar pasó dos décadas tras las rejas, condenado por múltiples asesinatos, torturas y secuestros. Lejos de deprimirse, dedicó gran parte del tiempo a estudiar hebreo. Quería conocer al detalle el pensamiento de sus enemigos. Aprendió el idioma a la perfección, lo que le sirvió para sumergirse en las profundidades de la lógica interna de Israel, hasta entenderlos como pocos en el mundo musulmán.

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