El pasado martes 17 de octubre se firmó en Barbados dos acuerdos entre el régimen de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria, uno de ellos sobre garantías electorales para el próximo 2024.
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En respuesta, el Departamento del Tesoro de los EEUU emitió cuatro licencias generales que levantan algunas sanciones por seis meses a los sectores petróleo, gas y oro de Venezuela. Sin embargo, el gobierno estadounidense ha advertido que revocará las autorizaciones si el régimen de Maduro no cumple los acuerdos.
En este sentido y ante las interrogantes que han surgido en la población venezolana, el equipo de LaPatilla conversó con el economista y experto en petróleo, José Toro Hardy.
-El acuerdo fijado en Barbados ¿legítima aún más a Maduro?
No, el acuerdo fijado en Barbados lo que hace es refrescar un poco el juego político en Venezuela, no legitima a Maduro.
Él necesita desesperadamente recursos y por eso acepta que se firme este acuerdo, pero al aceptar asume una serie de compromisos, los cuales ya han sido señalados por los EEUU y la comunidad internacional: aceptar que haya elecciones transparentes y que se fije fecha, tiene que aceptar que se liberen prisioneros políticos, tiene que aceptar que no hay inhabilitaciones.
El caso quedó sumamente claro, se levantaron como consecuencias del acuerdo las sanciones, pero se levantaron de manera condicionada, solo por 6 meses y puede después dar marcha atrás
El señor Maduro tiene ahora una papa caliente en sus manos. Entusiasmó al país de que iba a entrar mucho dinero como consecuencia de la eliminación de sanciones, y ahora se encuentra con que si no cumple, tendrá que dar marcha atrás a lo que él había ofrecido.
La legitimación, por lo tanto, yo diría que queda condicionada a que se cumpla con los acuerdos.
-¿Considera que es un paso importante para el avance hacia la democracia en Venezuela?
Yo sí creo que es el primer escalón de una escalera, pero todavía hay muchos escalones que seguir antes de alcanzar esa escalera y antes de llegar a ese segundo piso que todos buscamos. Pero lo que sí, es que quedó condicionado el que pueda levantarse las sanciones a que el señor Maduro y el Gobierno de Caracas cumplan con esas condiciones.
-Puede Venezuela recuperarse económicamente a corto plazo tras el levantamiento de las sanciones.
No en el cortísimo plazo, recordemos que la industria petrolera venezolana ha sido severamente dañada, los pozos petroleros una vez que dejan de producir, como dejaron de producir durante mucho tiempo, requieren de inversiones importantes para reactivarla.
Además, habría que traer taladros. En Venezuela no hay taladros que puedan operar en estos momentos en esas labores, habría que traerlos de los EEUU.
Eso difícilmente se puede cumplir en 6 meses. Ahora si se hacen grandes inversiones, entonces el panorama cambia, pero más en el largo plazo.
En el corto plazo, hay una cantidad de pozos petroleros que han sido cerrados, vandalizados, que les han sido robado balancines y guayas, esos pudieran reactivarse. Estamos hablando de una producción adicional de más o menos unos 50 mil barriles diarios en ese plazo.
Pero si las empresas llegan a la convicción de que Venezuela va a cumplir con su parte del acuerdo y de que la renovación después de los 6 meses se mantiene y deciden invertir, pero a invertir en serio, entonces se puede pensar en un proceso de recuperación de la industria.
Esta recuperación tomará años, porque no es un trabajo fácil, pero lo que importa es que haya la seguridad de que el Gobierno va a cumplir. Si hay la duda, es muy difícil que una empresa haga inversiones que se requieren.
-¿Considera que sería la solución a un renacer de Pdvsa, a pesar de la incertidumbre ante el cumplimiento del acuerdo?
La incertidumbre surge de que el representante del Gobierno por un lado firma el acuerdo e inmediatamente da una rueda de prensa desconociendo buena parte de lo que firmó. Eso genera incertidumbre y desde luego desestimula a que las empresas regresen.
Nosotros lo que necesitamos reactivar es la industria petrolera venezolana. En este momento Pdvsa está demasiado cargada de problemas, deudas, corrupción y quizás la inversión privada sería mucho más eficiente para reactivar a la industria petrolera venezolana de lo que puede serlo a corto plazo la propia Pdvsa.
De hecho, eso lo estamos viendo con el caso de Chevron, la cual sin la intervención de Pdvsa ha cumplido una labor muy exitosa. Si hubiese estado sometida a las decisiones constantes de esta, eso no hubiese podido ser.
-¿Cree usted que el régimen de Maduro cumplirá lo acordado?
Creo que el régimen de Maduro tiene presiones muy fuertes para poder hacerlo. El régimen de Maduro se encuentra, primero, con muy bajos niveles de popularidad; segundo, se encuentra con problemas económicos que lucen insuperables -está reactivándose la inflación en Venezuela, la devaluación continúa-. Esa burbuja económica que se produjo durante el año 2022 parece que ya reventó.
Y por lo tanto, entramos en un proceso en el cual hay una suerte de devaluación que alimenta la inflación y a su vez la inflación retroalimenta la devaluación, y así caemos por un círculo vicioso muy difícil de contener.
Lo único que puede interrumpir ese círculo vicioso es un fuerte flujo de inversiones. Si Maduro no cumple con lo acordado, ese flujo de inversiones no se producirá y, en consecuencia, la situación económica, política y social se va a deteriorar aceleradamente.
Si el presidente Maduro cumple con lo convenido y el país se encamina a unas elecciones transparentes, y eso atrae a los inversionistas, puede producirse un cambio en el panorama político y económico dentro del país.