OVP: ¿Silenciar a los pranes es una política de Estado?

OVP: ¿Silenciar a los pranes es una política de Estado?

 

Desde el Ministerio para Interiores, Justicia y Paz emitieron una alerta de búsqueda en contra de Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, máximo líder de la cárcel de Tocorón y del Tren de Aragua, la red criminal más grande del país.





Tal como lo hemos venido denunciado desde el día de la “intervención” de la cárcel de Tocorón, en el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) estamos a favor de que se retome el control de las cárceles que están bajo el pranato, pero no creemos en tomas negociadas para que los pranes no paguen tras las rejas por los delitos cometidos.

Esta es una práctica muy común que hemos documentado a través de los años. Después de la toma de los penales, los “pranes”, luceros y lugartenientes, gozan de libertad durante algún tiempo porque logran “fugarse” y luego son ejecutados en presuntos enfrentamientos con organismos policiales.

Según lo que hemos monitoreado desde OVP, podríamos estar frente a una política del Estado. Tal fue el caso de Carlos Luis Revete, mejor conocido por su alias “El Koki”, quien era el líder de una banda que azotaba Caracas y sus alrededores desde la Cota 905 y que además era aliado criminal del Tren de Aragua.

“El Koki” hizo y deshizo ante la mirada inerte del Estado, incluso era un secreto a voces que se encontraba refugiado tras los barrotes de Tocorón, pero finalmente fue ejecutado en un procedimiento policial.

Esta misma práctica ocurrió con Teófilo Alfredo Rodríguez Cazorla, conocido como “El Conejo”, quien fue pran del Internado Judicial de San Antonio en Nueva Esparta y además líder del cartel Tren del Pacifico, prisión de la que se conocía que vivían con lujos y que además manejaban armamentos de alto calibre.

Esta situación era permitida por el Ministerio de Servicios Penitenciarios, pues Iris Varela, quien era ministra para ese entonces, fue retratada junto a “El Conejo” sentados y abrazados sobre una cama.

Wilmer José Brizuela, alías “El Wilmito”, quien es conocido como el primer “pran” de Venezuela, fue líder de la cárcel de Vista Hermosa en el estado Bolívar, Tocuyito en Carabobo, donde vivía rodeado de lujos y armamento de alto calibre.

Los fondos para mantener los lujos dentro de la cárcel provenían del cobro de la “causa” al resto de la población penal y de la venta de la droga, pero para Iris Varela, quien era cercana al recluso, su conducta era ejemplar y le otorgó un beneficio con el que fue liberado. Tiempo después fue asesinado dentro de Tocorón.

Pareciera que todos estos “pranes” están condenados al silencio, después que el Gobierno les da poder. Advertimos que el destino de “Niño Guerrero” y sus lugartenientes podrían ser los mismos.

En tanto, desde OVP exigimos que el Gobierno rinda cuentas sobre las atrocidades que se permitieron en Tocorón y otros penales venezolanos desde hace 15 años cuando se inició el pranato y 12 años desde la creación del Ministerio de Servicios Penitenciarios. No se trata de un problema que surgió hace pocos años y la operancia del Estado, la directiva del penal y la GNB es evidente.

Recordemos que en Venezuela no existe ni una investigación en contra de estos ministros, comandantes de GNB y hasta gobernadores que han sido cómplices de todas estas situaciones que han ocurrido en Vista Hermosa, Rodeo, Yare, San Antonio, Uribana, Sabaneta, PGV, Cepella, entre otras y que continúa ocurriendo en otros recintos carcelarios del país.

Queremos saber: ¿quiénes son los culpables por las muertes y el sufrimiento de los presos y la población civil en manos del pranes?

Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones