“Nos extorsiona la policía”: Los nuevos obstáculos de los migrantes para alcanzar la frontera de EEUU

“Nos extorsiona la policía”: Los nuevos obstáculos de los migrantes para alcanzar la frontera de EEUU

Migrantes descansan en un camellón frente a la Central de Autobuses del Norte, el 22 de septiembre en Ciudad de México. NADYA MURILLO

 

Tras llegar a México desde Ecuador, Pedro le da vueltas a cómo llegar a la frontera con Estados Unidos. Mira la cazuela de arroz que una compañera hace sobre unas brasas a las afueras de la Central de Autobuses del Norte, en Ciudad de México, poblada este viernes de decenas de tiendas de campaña instaladas por migrantes junto al asfalto que rodea el edificio. De repente, vuelve y responde: “Eso es lo que estamos aquí craneando (pensando). Si nos vamos en el bus tenemos que pagar las alcabalas (pagos a policías) y unos amigos que se fueron en bus dicen que a uno le quitan entre 500 y 400 pesos varias veces”. La otra opción le parece más dura: “Si nos vamos en el tren, sé que no vamos a pagar nada, pero corremos el riesgo de que nos pase algo”.

Por El País

La situación de Pedro, de 31 años, es la de muchos migrantes que se han instalado cerca de la estación de autobuses. Se han trasladado aquí después de que Ferromex, la empresa propiedad de Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México, detuviera el pasado martes numerosas rutas de tren por la presencia de hasta 4.000 migrantes en sus vagones que querían llegar al la frontera norte del país. A esto se le suma que Maru Campos, la gobernadora del Estado de Chihuahua —una de las puertas de entrada a Estados Unidos— ha llegado este viernes a un acuerdo con la empresa ferroviaria y el Instituto Nacional de Migración para disuadir a los migrantes de trasladarse en tren por su región.

Las cifras de migrantes que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos no para de subir y ha dejado números superiores a los de antes de la pandemia. Más de 91.000 personas miembros de una familia (al menos dos personas con parentesco directo que migran) fueron detenidas en agosto cuando instaban cruzar de forma ilegal, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

Entre dudas sobre si tomar el tren o el autobús, Pedro sabe que el camino que lo ha llevado hasta Ciudad de México es el preludio de lo que le espera hacia la frontera. “En México el problema es la extorsión. Si viajas sin documentación, los policías te quitan el dinero; si no tienes dinero, te quitan el teléfono; y si no tienes nada, te devuelven para atrás, a la frontera con Guatemala”, explica. Denuncia que las autoridades saben que autobuses transportan a migrantes y los paran en varios puntos del trayecto. “Yo prefiero mil veces cruzar el Darién que cruzar México”, recalca.

Pedro, tras salir de Santo Domingo de los Colorados, ciudad ecuatoriana en la que vivía, cruzó toda Centroamérica y llegó a México por Tapachula, ciudad del Estado de Chiapas que hace frontera con Guatemala. Allí, el pasado lunes, un grupo de migrantes intentó entrar por la fuerza en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados a causa de las aglomeraciones de hasta 6.000 personas en su exterior.

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