Monte Claro, café venezolano entre los mejores del mundo

Monte Claro, café venezolano entre los mejores del mundo

El empeño de productores venezolanos por posicionar a Monte Claro como uno de los mejores del mundo

 

 

 





Más de 40 años de estudios genéticos por, al menos, tres generaciones de investigadores del café, comienzan a dar resultados en Venezuela, donde en las últimas décadas, políticas socialistas afectaron la producción nacional.

Luz Dary Depablos // corresponsalía lapatilla.com

Sin embargo, la constancia y el trabajo de un grupo productores e investigadores que siguieron creyendo en el país, lograron con las variantes (plantas) Monte Claro y otras más, que nuevamente se ubiquen entre los mejores cafés en taza a nivel internacional.

Las características de esta variedad en la actualidad ofrecen una esperanza a los caficultores venezolanos, pues en su fase experimental llegó a los 120 quintales por hectárea, es decir, ha superado a otras variantes con un promedio nacional que oscila entre 8 o 10 quintales por hectárea, mostrando una gran tolerancia a la roya, que es la plaga que más afecta a este rubro, según Bilal El Youbi, uno de los investigadores de esta planta de café.

En un recorrido realizado por el equipo de lapatilla.com en la finca La Milagrosa del municipio Junín en el estado Táchira, se pudo conocer de primera mano las virtudes de esta planta, la cual luce frondosa con un tallo y hojas más gruesas. Además, desarrolla un grano más grande, lo que permite que se multiplique el volumen de la producción.

El Youbi, como especialista en el tema, recordó que en el siglo pasado, Venezuela se ubicó entre los países que producía el mejor café del mundo. Con el Acuerdo de Cartagena en los años 70, cuando representantes de toda Latinoamérica intercambiaron materiales entre ellos y con el Centro de Investigación de La Roya del Café (Cifc), sirvieron de partida para que en Venezuela investigadores comenzaran estudios genéticos, que hoy ubican al café nacional otra vez como el mejor del planeta, incluso superando a Colombia.

Variantes patentadas

El empeño de productores venezolanos por posicionar a Monte Claro como uno de los mejores del mundo

 

 

 

 

Recientemente en el II Encuentro Internacional de Café de Especialidad Venezolano (Eicev), realizado en Caracas, donde estuvieron catadores de café reconocidos internacionalmente, degustaron unas 48 variantes, de las cuales al menos 18 clasificaron para ir a subasta, entre ellas, Monte Claro que se ubicó en los dos primeros lugares con 90.11 y 90.09 puntos en su fase experimental, acercándose al café Geisha (de Panamá) que se trabaja desde hace varias décadas y se ubica como el más caro por calidad en taza en el mundo, y que ha logrado 96,25 puntos en este tipo de evaluaciones.

Erasmo Pérez Nieto, José Bustamante y Bilal El Youbi, fueron parte de los investigadores responsables de los estudios genéticos durante cuatro décadas, siendo Bustamante el que patentó la primera variante “Inia 01” en el año 2001; posteriormente en el año 2011, El Youbi continuó la línea de investigación que permitió liberar (patentar) las variantes Monte Claro y Araguaney en el año 2013.

En la ponencia del experto Bilal El Youbi el pasado mes de julio en el Eicev, manifestó que en la investigación siempre fueron visionarios, por lo que espera que los actuales estudiosos del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (Inia), continúen con la evaluación y aprovechen “la generación filial F2, F5 y F6”, materiales avanzados que también fueron sembrados en los estados Lara, Portuguesa, Mérida, Táchira, Monagas y Trujillo. “Esperemos que no sigan sacando a la gente (de Inia), porque ya se está quedando solo prácticamente”.

Monte Claro de Trujillo, el ganador

El empeño de productores venezolanos por posicionar a Monte Claro como uno de los mejores del mundo

 

 

 

 

Víctor Montilla fue el caficultor que después de cuatro años de “ensayo y error” en su hacienda ubicada en Boconó, estado Trujillo, obtuvo la máxima puntuación en el reciente concurso del Eicev realizado en Caracas, donde logró el primer lugar de café de especialidad en Venezuela y se ubicó entre los mejores del mundo.

Montilla dijo al equipo de lapatilla.com que ante la necesidad de materia prima para su línea Boca Café, vio la oportunidad de “buscar soluciones donde hay tantos problemas, porque la idea de nosotros ha sido trabajar, trabajar, trabajar y buscar soluciones, y poder abrir estas posibilidades del abanico”. De allí surgió la necesidad de convertirse en su propio productor de materia prima.

Asegura que desde un principio, el potencial de su cosecha le garantizaba que contaba con un excelente rubro, por lo que el premio alcanzado es apenas el comienzo. “Este fue un año de evaluación, que fue muy exitosa, y creo que podemos todavía seguir subiendo ese nivel”.

Luego de obtenerse los resultados, expertos en café de calidad de países como Japón, Alemania, Francia, Colombia y Estados Unidos, comenzaron a mostrar interés por la variante Monte Claro. Montilla apuesta a que dentro de algunos años “no estaremos hablando de un Monte Claro como variedad venezolana, sino de un Monte Claro sembrado en Colombia, en Panamá, en Brasil, entre otros países”.

Finca La Milagrosa

Valerio Galeano, pequeño productor de café desde hace más de 60 años en la población de Bramón del estado Táchira, comentó que debido a la crisis económica que enfrenta el país y a la falta de fertilizantes, en algún momento pensó en abandonar el campo. Sin embargo, su esposa lo apoyó a seguir produciendo, por lo que en la actualidad también forma parte de los productores que apuestan a la variante Monte Claro.

Galeano enfatizó que en la población de Rubio durante décadas “existieron muchos bosques de café, que hoy se han convertido en potreros. Había fincas de café, había empresas que sembraban 200 y 300 hectáreas”, pero en la actualidad sólo se manejan unidades pequeñas.

Espera que este realce de la caficultura sirva para lograr el retorno de muchos jóvenes que migraron. Tal es el caso de su hijo que salió de Venezuela buscando mejores condiciones de vida, por lo que aspira consolidar su unidad de producción para que su hijo regrese a mediano plazo. “Para mí sería mucha alegría que mi hijo regresara y pasar los últimos años de mi vida con él y al frente de la unidad de producción”.

Galeano espera que el Estado apoye a los productores, pues asegura que “no hay instituciones que garanticen la comercialización del café. Está la Corporación de Café de Venezuela y hay algunas empresas, que inclusive por experiencia propia del año pasado, vendí un café a una empresa muy reconocida del municipio Junín, me dieron un plazo de ocho días para pagármelo y terminaron de pagármelo a los 45 días después”.

El Youbi no descarta que la variedad Monte Claro junto al cacao, sean los rubros agrícolas que pudiesen aportar a mediano plazo al crecimiento económico del país, tal como ocurrió en siglos pasados.