Crecí en un hogar de mujeres fuertes. Desde muy pequeño era costumbre ver a mi madre esforzarse al máximo para cumplir sus sueños y alcanzar sus metas. Su tenacidad y esfuerzo eran ejemplares.
Pero años después ví el mismo esfuerzo en mis tías a quienes hoy admiro por lo lejos que han llegado gracias a sus esfuerzos y méritos.
Pero no todas las mujeres pueden decir lo mismo, hoy las recordamos a ellas también.
Históricamente la mujer ha sido objeto de desigualdad, violencia, menosprecio y maltrato.
Tener y hacer valer sus derechos fundamentales como persona humana parecía un sueño inalcanzable.
Fue gracias a los fuertes movimientos que afloraron en el siglo XX que comenzó la mujer a tener un lugar destacado y de liderazgo.
Sin embargo, en pleno siglo XXI la mujer aún hoy es víctima de maltrato lo que se llama “violencia de género “, violencia en el hogar, irrespeto, trata de mujeres y niñas, prostitución forzada, violaciones sistemáticas, deesclavitud sexual, mutilación, etc.
En Venezuela según la organización no gubernamental (ONG) UTOPÍX durante todo el año 2022 se registraron 236 femicidios en todo el país entre 15 y 20 mensuales.
En el mes de enero de este año -según está ONG- se registraron 13 casos de femicidios en Venezuela.
Se estima que además del hambre y el desplome económico, las mujeres se enfrentan a la violencia de género a diario.
Desde el año 2016 el régimen dejó de contabilizar los crímenes en contra de las mujeres.
La violencia en contra de la mujer persiste. No podemos mirar a los lados ante estás situaciones, se debe denunciar y actuar.
Apoyemos a que las mujeres puedan desarrollarse en un mundo justo y seguro..
Es la hora de la acción hacia la creación de un entorno propicio para generar cada vez más mujeres fuertes, con liderazgo y empoderadas.
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