“La Fórmula 1 es cruel”: la intimidad del destrato que sufrió Mick Schumacher en el equipo Haas

“La Fórmula 1 es cruel”: la intimidad del destrato que sufrió Mick Schumacher en el equipo Haas

 

Portar uno de los dos apellidos más laureados en la historia de la Fórmula 1 es una mochila bastante pesada. Bien lo sabe Mick Schumacher, que luego de dos temporadas ahora ve las carreras desde abajo y acompaña a Mercedes, una de las escuderías que lo tiene como piloto de reserva, al igual que McLaren. El alemán que cumplirá 24 años el próximo 22 de marzo, vivió el 2022 un verdadero infierno. Cometió errores en pista, pero los responsables del equipo Haas F1 Team tuvieron un destrato hacia el corredor y acaba de conocerse la intimidad de esa complicada relación.





Por Infobae

Luego de una temporada en la que logró mejores resultados que su ex compañero de equipo, el ruso Nikita Mazepin, quien se vio obligado a bajarse el año pasado por la invasión de su país a Ucrania, Mick tuvo al lado un corredor más experimentado como Kevin Magnussen, quien en el comienzo aprovechó el buen funcionamiento del motor Ferrari para cosechar puntos para la escudería estadounidense.

La buena performance del danés expuso al germano, que estuvo bajo la lupa en el comienzo del campeonato anterior y se generó un clima interno delicado entre los popes de Haas y el hijo del Kaiser. Guenther Steiner, jefe del equipo, fue duro en sus críticas y los dejó en claro en dos llamadas telefónicas que tuvo con el dueño de la escuadra, Gene Haas; sendos diálogos quedaron registrados en la actual temporada de Drive to Survive, la serie de Netflix sobre la F1.

Los testimonios están en el cuarto capítulo llamado “¿De tal palo, tal astilla?”. El disparador es la comparación entre Michael Schumacher y su hijo. El primer momento de tensión se dio en el choque que tuvo Mick en la clasificación en Arabia Saudita, donde en un circuito callejero, pero rápido y con algunas curvas ciegas, el teutón perdió el control de su monoposto y terminó embistiendo contra el muro

“¡Carajo!”, disparó Steiner desde los boxes. “En un choque hay mucho impacto. No es solo el piloto. Lo importante es que esté bien, claro. Pero hay que lidiar con todo el equipo. Se cree únicamente se conectan piezas, pero no. Es muy difícil arreglar el auto”, agregó en una entrevista con dicha plataforma de streaming.

“Debo llamar a Gene. Carajo”, se quejó el team manager alemán. Fue cuando se dio el primero de los dos diálogos sobre Schumacher.

Gene Haas: “El auto se veía muy mal cuando lo sacaron”.

Steiner: “Sí, fue grave. Diría que entre medio millón y un millón (de gastos)”.

Haas: “Carajo, le dimos un año para aprender. ¿Qué hace el segundo día? Destruye el auto solo porque el otro (Magnussen) es más rápido. Habla con Schumacher. Se está metiendo en problemas”.

Steiner: “Es frustrante porque no había necesidad. Nadie viene a divertirse a la F1. Debes rendir bien”.

Schumacher, por su parte, reconoció su exceso: “Como piloto, siempre quieres ir al límite para saber cuál es el 100%, debes ir más allá. ¿Fue inteligente en hacerlo en una pista como la de Arabia? Tal vez no”.

Después llegó el otro momento complicado, que fue un nuevo accidente en este caso en la carrera de Mónaco. En ese incidente el auto de Schumacher se partió en dos y la suspensión trasera se separó del resto del coche. “Te pones a pensar, ¿qué puedo hacer para evitar tomar esas decisiones equivocadas. Surgieron las inseguridades. Sentía que los puntos se me escapaban otra vez”, dijo Mick.

En tanto que llegó otra llamada entre Steiner y Haas, que le puso un límite a Schumacher.

Steiner: “Fue decepcionante, ¿no?”

Haas: “¿Cómo estaba Mick?”

Steiner: “No estaba enfocado desde el inicio. Se necesita talento”.

Haas: “Sí”.

Steiner: “El talento no se desarrolla. No se compra ni puede desarrollarlo”.

Haas: “Está en la zona de los condenados al fracaso. Si no se pone las pilas, eso pasará pronto”.

En otra escena Steiner aparece hablando con el asistente de prensa de Magnussen, al que le dice en referencia a Schumacher: “Perdió la confianza por completo. Si vuelve a chocar, lo destrozarán. No soy yo. Es el público. Lo que más odia Gene es que choquen un auto”.

Ante este panorama la producción de la serie le preguntó a Mick, “¿Quién te ayuda en un mal día?” El alemán mencionó a dos personas claves: “Poder hablar con Sebastian (Vettel) y que sea un amigo es muy especial, pero es raro que se dé eso en la F1. Obviamente, mi mamá, que pasó por muchas cosas con mi papá. Ellos me ayudan en los días difíciles. Sé que tendré su apoyo incondicional”.

Luego tuvo otra sentencia: “La F1 es cruel. En cuanto a la presión, la temporada en general ha sido difícil. Pero creo que es cuestión de usar esa presión de manera positiva para mí y convertirla en algo que me motive. Para mí, al menos, mi apellido es solo una bendición. Algunos dirán que es una maldición, pero estoy ahí porque hice mi recorrido y me merezco estar en la F1?.

Y en diálogo con su preparador físico, el corredor reveló: “Hago todo lo posible. Sigo convencido de que puedo conseguir algunos puntos. Todos deben demostrar lo que valen, ¿no? Los sueños no siempre se hacen realidad, pero puedo hacerlo”.

Sin embargo, Mick supo cambiar las críticas por reconocimientos y se repuso a este contexto negativo. Llegaron sus primeros puntos cuando fue octavo en Silverstone, en el Gran Premio de Gran Bretaña, en el que llegó a definir casi sobre la línea con Max Verstappen (Red Bull), actual bicampeón mundial y que arrancó ganando en esta temporada en Bahréin. Luego fue sexto en Francia, pero no sumó puntos en el resto de las carreras.

La irregular segunda temporada de Mick en la F1 terminó con su salida como corredor estable. Ferrari anunció que el alemán ya no integraba su programa de pilotos y luego el Haas F1 Team no le renovó la confianza debido a los incidentes que tuvo y que obligó a un desembolso de 4 millones de dólares (3,7 millones de euros) según informó el sitio especializado Soy Motor.

Esta temporada Schumacher es pilotos de reserva de Mercedes y McLaren y deberá estar listo ante algún inconveniente que puedan llegar a tener los pilotos titulares. El hijo del Kaiser supo mantenerse en el gran circo.