Habló venezolano que sobrevivió a fatídico accidente en Perú, donde murió su hija

Dijo que tuvieron que buscar con la linterna de celular a sus familiares y permanecieron así 40 minutos hasta que subieron del abismo a la pista a pedir ayuda. Incluso les han robado miles de dólares y soles.

 

 

Como una pesadilla. Así recuerda el venezolano Ronald de Jesús Castro Tobar, de 44 años, que es uno de los sobrevivientes del fatídico accidente del ómnibus que cayó al abismo en El Alto, Talara, y que ha dejado hasta el momento 28 muertos, entre ellos, su menor hija de 11 años de edad que iba con él y su esposa. Aunque su hijo de 4 años, aún sigue internado en el Hospital II de Sullana, en Perú.





Por Eddyn Nole Chero | Diario Correo

El venezolano explicó que llevaban casi 2 días viajando en el ómnibus.

“Nosotros (con su familia), cogimos el bus en (el terminal) Plaza Norte de Lima el jueves como a la 1 de la mañana. Toda esa noche de jueves para viernes, viajamos. El viernes hicimos una parada para desayunar. Después rodamos (viajamos) todo el día y a las 7 de la noche hicimos otra parada donde cenamos. De ahí continuamos viernes para sábado. Ya, como a las 3:30 de la madrugada fue cuando sucedió el accidente”, narró Castro a Correo.

Asimismo, contó los momentos accidente. “Yo iba en la parte de arriba del ómnibus y todos veníamos durmiendo. Y escuché un impacto, un golpe (del bus) con la berma que va al vacío (abismo). Ahí la gente comenzó a gritar desesperadamente. Todo estaba oscuro. Dio un primer golpe (en la caída) y ahí quedé inconsciente 5 a 6 segundos. Salí volando, porque cuando desperté, el ómnibus estaba abajo (en el abismo)” dijo Castro.

Recordó que sangrando y mal herido, buscó a sus hijos y esposa, y otros pasajeros. “Otra pasajera que estaba herida, nos prestó para buscar con la linterna del celular, con mi esposa, a nuestros hijos. Lo que escuchábamos eran los gritos y llantos de los pasajeros. El bus estaba ahí, tirado…”, recordó con lágrimas.

Tras ello, permanecieron ahí casi 40 minutos. “Lo que hemos pasado es una pesadilla que quisiera despertame. Serenazgo llegó a los 40 minutos. Pasaban los carros y no se daban cuenta (que estaban en el abismo). Recién se percatan cuando algunos pasajeros subieron a la pista a parar los carros y la gente se enteró del accidente. Llegaron más serenos y bomberos y nos trasladaron una parte a un posta. Ahí llegó mi esposa y mis 2 hijos. Luego ellos (sus hijos) fueron llevados al Hospital II, pero mi hija falleció en el trayecto de la posta hacia acá (Sullana)”, señaló Castro, que añadió que hasta el momento, la empresa Q’Orianka Tours no ha conversado con ellos sobre los gastos que vienen realizando ni menos por la muerte de su hija, que ha sido cremada porque el cadáver estaba casi en estado de descomposición.

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