Salmonella y shigella: por qué estas bacterias pueden causar la muerte y cómo evitar el contagio

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¿Qué son son la salmonella y la shigella, y por qué producen una elevada intoxicación en el organismo?

La salmonelosis es una de las intoxicaciones más comunes en los humanos, junto a la shigelosis y el síndrome urémico hemolítico por Escherichia coli (Ecoli). La salmonelosis es provocada por la bacteria Salmonella y está estrechamente ligada con la ingesta de ciertos alimentos sin adecuada preparación”.





Por Infobae

Este patógeno tiene la particularidad de alojarse en el intestino de los animales y humanos contaminados y se transmite mediante sus excretas o heces. En la faena y procesamiento (en caso de pollos o vacas), estos pueden contaminarse y llegar al comensal, que desarrolla la patología. Los humanos se infectan con mayor frecuencia mediante el agua o alimentos, a través de lo que se conoce como contaminación cruzada.

“Se trata de una bacteria que causa una gastroenteritis o infección gastrointestinal. Se manifiestan con fiebre, dolor abdominal, diarrea y en algunos pacientes, sobre todo en los más chiquitos, ancianos o personas inmunosuprimidas, las consecuencias de una infección así pueden ser potencialmente graves, con alta deshidratación”, explicó a Infobae la doctora María Ximena López Mujica médica clínica, especialista en medicina interna del Hospital Alemán.

Los síntomas de la salmonela generalmente comienzan de seis horas a seis días después de la infección y la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento después de cuatro a siete días.
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“Es frecuente en la carne vacuna y de ave, huevos de gallina y pato, leche y productos lácteos, pescados y camarones (por agua contaminada con heces), aderezo preparado con huevo no pasteurizado, frutas y verduras (no lavadas correctamente), entre otras. De todos estos, los más frecuentes son los huevos”, agregó.

Ramiro Heredia (MN 117.882), médico especialista en Medicina Interna del Hospital de Clínicas, en Argentina señaló: “Si identifica un brote de salmonela typhi o paratyphi, uno trata de aislar a la persona afectada y de optimizar las medidas de prevención, entre las que se encuentran la adecuada higiene y cocción de alimentos. Siendo que los grupos de riesgo con los adultos mayores de 65 años, los menores de 5, los inmunocomprometidos y las embarazadas”.

Según precisaron médicos de la Clínica Mayo de Estados Unidos, en general, las personas que tienen una infección por salmonela no tienen síntomas. Otras manifiestan diarrea, fiebre y calambres abdominales dentro de las 8 a 72 horas. La mayoría de las personas sanas se recuperan dentro de unos pocos días sin tratamiento específico.

“En algunos casos, la diarrea asociada con la infección por salmonela puede deshidratar al punto de requerir atención médica. También pueden presentarse complicaciones que ponen en riesgo la vida si la infección se propaga más allá de los intestinos. El riesgo de adquirir la infección por salmonela es mayor si viajas a países con condiciones de higiene deficientes”, agregaron.

Shigelosis, una bacteria en alimentos

Shigelosis, una bacteria en alimentos

 

Esta patología gastrointestinal es causada por la bacteria Shigella. “Es frecuente la intoxicación al manipular alimentos con las manos sucias. La persona que porta la bacteria manipula los alimentos sin la asepsia adecuada, contamina la comida y contagia a los futuros consumidores”, explicó a Infobae el doctor Francisco Dadic, médico toxicólogo del Hospital Durand y Sanatorio Las Lomas. Además, esta patología también se presenta en aquellas personas que se llevan las manos sucias a la boca, por lo cual el experto asegura que es una de las enfermedades más frecuentes en los niños.

¿Qué síntomas provoca esta intoxicación? “Inicialmente, se manifiesta con dolor abdominal y vómitos, aunque el sello característico es la diarrea con sangre y abundante moco. La fiebre suele ser de 38 grados o más. Los síntomas comienzan uno o dos días luego de la infección, aunque pueden tardar hasta una semana en desarrollarse, y el enfermo es un vector de contagio durante todo ese tiempo”, dice Dadic.

Aunque cualquier persona puede contraerla, es más común en menores de 5 años que viven en condiciones precarias de salubridad o en los adultos que realizan prácticas de sexo oral-anal. Su tratamiento consiste en una amplia hidratación y antibióticos específicos para matar al germen.

Recomendaciones a la población:

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Utilizar agua segura. Si no es agua de red: agregar dos gotas de lavandina por litro de agua o hervirla de 2 a 3 minutos, o utilizar pastillas potabilizadoras.

Practicar costumbres de higiene como lavado de manos con agua y jabón después de ir al baño, después de cambiar los pañales y, las madres, antes de dar de mamar. También antes y después de preparar alimentos (en especial después de tocar carne cruda) y consumirlos.

-Mantener la higiene en la preparación de alimentos.

-Utilizar alimentos frescos, limpios, bien cocinados y recientemente preparados.

Lavado de vegetales: Lavar y desinfectar cuidadosamente con agua segura frutas y verduras sobre todo si se consumen crudas y en lo posible, pelarlas.

Cocinar bien los alimentos: los huevos hasta que tengan consistencia dura. Si los huevos tienen olor o sabor extraño, no consumirlos.

-Las carnes deben estar bien cocidas por dentro y por fuera, hasta que pierdan totalmente el color rosado, teniendo especial cuidado con la carne picada, hamburguesas, albóndigas, empanadas, pastel de carne, achuras, etc. Cocción correcta: Cocinar completamente hasta que no queden partes rosadas en su interior y sus jugos sean claros (mínimo 71°C en el centro de la pieza).

-Si la carne tiene mal olor al momento de prepararla, o perdió la cadena de frío, no consumirla. Las carnes no deben descongelarse más de una vez en caso de haber sido frizadas.

-No usar el mismo cuchillo, tabla o mesada donde se apoyó carne cruda para cortar otros alimentos, sin antes lavarlos con agua y detergente.

-Evitar la contaminación cruzada: En las áreas de preparación de alimentos limpiar y desinfectar las superficies, las tablas de cortar y los utensilios después de que hayan tomado contacto con carne cruda y/o sus jugos.

-Separar las carnes crudas y/o sus jugos de los alimentos listos para consumir principalmente durante la compra, el almacenamiento y la preparación de los mismos.

-Consumir leche, derivados lácteos y jugos que estén pasteurizados.

-Conservar alimentos frescos y cocidos en la heladera.

-Evitar la ingesta de medicamentos sin indicación médica e infusiones caseras.