Aeropuerto de Culiacán reanudó operaciones tras jornada violenta que desató la recaptura de Ovidio Guzmán

Aeropuerto de Culiacán reanudó operaciones tras jornada violenta que desató la recaptura de Ovidio Guzmán

Aeropuerto internacional de la ciudad mexicana de Culiacán.

 

El aeropuerto internacional de la ciudad mexicana de Culiacán (noroeste) reanudó operaciones este viernes, tras ser suspendidas el jueves por la escalada de violencia que desató la captura de Ovidio Guzmán, hijo del encarcelado narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán.

“El Comité Local de Seguridad Aeroportuaria ha evaluado las condiciones actuales y ha determinado la apertura del aeropuerto” a partir de las 10H00 horas locales (16H00 GMT), señaló la terminal aérea en su cuenta de Twitter.

La detención de Guzmán el jueves en Culiacán -de 800.000 habitantes- desencadenó intensos tiroteos que se extendieron al aeropuerto, donde un avión de la empresa Aeroméxico recibió un impacto de bala en el fuselaje. También fueron impactadas dos aeronaves de la Fuerza Aérea.

Aterrorizados, los pasajeros debieron tirarse al suelo para ponerse a salvo, según imágenes grabadas por ellos mismos y difundidas en redes sociales. Los trabajadores aeroportuarios también vivieron momentos de pánico y debieron abandonar a toda prisa los mostradores.

Las dos aeronaves oficiales impactadas realizaron aterrizajes de emergencia, dijo este viernes el general Luis Cresencio Sandoval, secretario de Defensa, al confirmar que en la operación murieron 10 militares y 19 presuntos delincuentes.

Otros 35 uniformados resultaron heridos en medio de la ofensiva, durante la cual fueron quemados decenas de vehículos, mientras que 21 pistoleros fueron arrestados.

Debido al cierre aeroportuario, varios vuelos fueron suspendidos a lo largo del país.

Miles de militares retomaron este viernes el control de la ciudad donde opera el Cártel de Sinaloa, fundado por el “Chapo” Guzmán, quien purga cadena perpetua en Estados Unidos.

La organización es dirigida actualmente por varios de sus hijos, incluido Ovidio, a quien el gobierno señala como el líder del grupo.

Según cifras oficiales, México registra más de 340.000 asesinatos, la mayoría atribuidos a grupos criminales, desde que en 2006 el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) lanzó una estrategia antidrogas con participación activa de fuerzas militares. A partir de ese año también se dispararon los casos de desaparecidos, que suman unos 108.000.

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