Alcaldesa chavista insiste en convertir Maturín en una “ciudad inteligente”… pero como que se le cayó el WiFi

Alcaldesa chavista insiste en convertir Maturín en una “ciudad inteligente”… pero como que se le cayó el WiFi

Alcaldesa chavista insiste en convertir Maturín en una “ciudad inteligente”… pero como que se le cayó el WiFi

 

 

 





Desde que ganó las elecciones, la alcaldesa chavista de Maturín, Ana Fuentes, ha anunciado reiteradamente en convertir la capital de Monagas en una “ciudad inteligente”. Sin embargo, el deplorable estado de todos los semáforos contrasta con su propuesta.

Corresponsalía lapatilla.com

En las principales arterias viales de la ciudad, ningún semáforo está en funcionamiento. Los últimos que quedaban activos estaban ubicados en la intersección de las avenidas Juncal y Bolívar, las más concurridas del casco central. En horas de la mañana y después de las 5:00 de la tarde, ese cruce se vuelve un completo caos, porque los policías de tránsito, ya no están controlando el tráfico de vehículos.

Los choques y arrollamientos en diferentes cruces se han hecho más frecuentes debido a la anarquía que se registra a diario.

Conductores y choferes de unidades de transporte denuncian que desde la gestión chavista anterior, fueron abandonando el mantenimiento a los semáforos, pero en la actualidad la desidia ha sido aún mayor.

“Las principales avenidas están así, sin un semáforo que sirva. En la entrada de Las Cayenas casi a diario ocurre un choque y para los peatones cruzar es una guillotina. En la Libertador, Orinoco, Raúl Leoni, toda la avenida Bolívar y la Bella Vista, ninguno de estos equipos sirve. La única esquina que tiene policías de tránsito es la Juncal con Bolívar y es porque está en pleno centro. Las autoridades solo se han ocupado de las plazas y de los demás, bien gracias”, comentó Eduardo Figuera, conductor.

Ciudadanos cuestionan que se pretenda construir una “ciudad inteligente” cuando ningún semáforo sirve y las calles están en mal estado, con huecos y troneras a granel. Agregan que, además de las plazas, el chavismo debería atender a los hospitales, los niños de la calle, las escuelas, los liceos y las universidades, así como a las muchas personas con trastornos mentales que deambulan por las calles.