William Anseume: Insumos para el alto Comisionado y la Corte

Ayer, sin mucha sorpresa, los venezolanos conocimos de un nuevo informe de la Organización de Naciones Unidas acerca de las atrocidades cometidas por el régimen del terror en Venezuela. Digo sin sorpresa, porque ya dentro y fuera del país se carece de dudas acerca de lo que nos sucede a diario, sin detención. Más bien, algunos de nuestros cohabitantes, en sus desesperos -son varios- quieren apreciar un resultado tangible de tanta retórica continuada. No les alcanza ya la paciencia para entender que el proceso puede y ha de ser largo. Tampoco terminamos todos de cavilar que cada quien debe poner de su parte, diariamente, para lograr el objetivo último: despejar el manejo del poder de sus macabros artífices actuales.

La salida de Michell Bachelet, quien se portó con cierta blandenguería protectora en el cargo de Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, fue suplida recientemente por Volker Türk, un austríaco de muy amplia trayectoria en la Organización, especialmente en la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Muy importante esa experiencia suya para el caso venezolano. Türk resultó electo por unanimidad, ante la proposición de su nombre por el Secretario General António Guterres. Le espera a Türk un mundo convulso. No dejará pasar por alto el problema que representa Venezuela para la humanidad, por dos razones concatenadas: las sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos con el descarado acometimiento de delitos de lesa humanidad y la más alta cantidad de migrantes en el mundo, de refugiados.

Pero donde se centrará la lectura del informe, como insumo indirecto, aunque sea, será en la Corte Penal Internacional, empezando por el fiscal Karim Khan. Estos informes de la ONU son referencia obligada y presión marcada para cualquier decisión. No pueden ser obviados, aún cuando no puedan tampoco incluirse como parte de la investigación de la Corte. Ayudan, sin duda, a crear una imagen que en nada favorecen al régimen y su banda de secuaces. ¿Que son puras palabras? Está demostrado que la palabra es también acción. Y la acción doblegadora de estas últimas de la ONU se sentirá en un futuro tal vez no muy lejano. Servirá para seguir horadando el escaso prestigio de los señalados, hasta convertirlos en imputados.





Especialmente relevante se vuelve el informe no a lo interno, donde poco puede moverse en relación a el, como no sea el difundirlo, el darle la más amplia cobertura, para que se entere todo venezolano y lo discuta y proceda a reiterar el señalamiento a los victimarios, relevante seguirá siendo internacionalmente. Ya apreciamos y agradecemos el movimiento de Paraguay por liderar la solicitud de la continuidad de las investigaciones por parte de la ONU, EEUU no ha sido ni será, junto a la Unión Europea y Canadá, observador ingenuo de cuanto ocurre. La situación internacional obliga a prestarle atención directa y constante a Venezuela, por el tema de los refugiados, por de los derechos humanos y por las inocultables camaraderías -por decir lo menos- del régimen venezolano con Rusia e Irán, también con China. La geopolítica incidirá obviamente también en la trascendencia de estos informes lapidarios para Nicolás Maduro y sus adláteres.

Insisto en que no puede bajar la presión interna tampoco. Todo debe apuntar directo al régimen. Ya que toda incidencia ayuda en pos del objetivo mayor. Nadie vendrá a hacernos el trabajo que nos corresponde, a la sociedad civil organizada, a todos, en la lucha diaria por nuestros derechos humanos, constitucionales, laborales, políticos. La tenaza de esa presión externa, sumada a la evolución constante de la interna, terminará por socavar la tenencia del poder por parte de estos seres terroríficos. El informe suma y bastante a la acción que en conjunto debemos seguir emprendiendo. Lo celebro enormemente.