Una protesta de todos, por Rafael Veloz García @Rafaelvelozg

Es posible que muchos piensen que la ola de protestas del sector educativo de las últimas semanas tiene que ver en forma exclusiva con el tema concreto de los beneficios económicos, pero no es así. Puedo asegurar que no es así, porque como coordinador nacional del sector Gremios de Voluntad Popular me ha tocado desde hace varios años empaparme muy bien de la tragedia educativa del país. En ese tiempo he estado en estrecho contacto con los educadores venezolanos, quienes si bien es cierto les han violado todos sus derechos laborales, incluyendo sus reivincaciones salariales, también lo es la profunda tristeza y el dolor que sienten al ver como se ha desarrollado el proceso de destrucción del sistema educativo del país y en toda su dimensión durante los últimos 22 años.

En la estructura de organización de VP-Gremios contamos con equipos temáticos, los cuales se traducen en equipos de trabajo diario conformados por profesionales y técnicos de diversas disciplinas, quienes están encargados de hacer seguimiento, diagnósticos, evaluaciones, propuestas, etc., de las situaciones y problemas en que están inmersos los sectores a los cuales pertenecen. Educación es uno de ellos y aunque todos estos equipos temáticos tienen por nuestra parte un mismo grado de prioridad y de atención, no cabe duda que el trabajo orientado al sector educativo es uno de los más complejos. Hay que recordar que no solo se trata de profesores y maestros, sino que en ese enorme universo convergen los estudiantes, los padres y representantes, todo lo relacionado a los planteles educativos, así como lo relativo al proyecto educacional o plan educativo, algo tan importante por ser la carta de navegación de los que el día de mañana serán los encargados de conducir los destinos de Venezuela.

Pero hay mucho más todavía, porque para el efectivo funcionamiento de la educación también es importante la tecnología, los servicios públicos, la salud y la alimentación. En lo que respecta al último aspecto, bastante se ha dicho lo mucho que afecta para el aprendizaje y el rendimiento escolar la falta de una adecuada alimentación.
Y todos sabemos muy bien el golpe que ha significado la crisis humanitaria compleja generada por la dictadura de Maduro en todos lo puntos antes señalados.





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Una delegación de alto nivel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estuvo presente en Venezuela a finales de abril y se reunió con el régimen de Maduro y Fedecámaras para tratar temas relevantes de los convenios números 26 (fijación de salarios mínimos), 87 (libertad sindical y protección del derecho de asociación) y 144 (consulta tripartita). El objetivo de este foro de diálogo social es alcanzar acuerdos y para ello la OIT regresará a nuestro país en septiembre. En otras palabras, se encontrará con un escenario de alta conflictividad por las maniobras de quien usurpa la silla de Miraflores para escamotear a los trabajadores del sector educativo sus reivindicaciones económicas. Pero tengan la seguridad que ya la OIT sabe muy bien lo que está sucediendo en Venezuela con el llamado Instructivo Onapre (Oficina Nacional de Presupuesto).

Este inconstitucional instructivo salió a la luz en marzo pasado y se trata de las normas que aplican a raíz del aumento salarial decretado por Maduro en ese mes. Desde que se divulgó surgieron voces de alerta, porque a través de ese instrumento se violan las convenciones colectivas de trabajo, se afectan los montos de bonos y trae consigo rebajas salariales. Y para colmo ha servido de base para borrar de un plumazo o para intentar cancelar fraccionado el bono de vacaciones de los educadores, quienes están dispuestos a ir a un paro nacional.

Hay algo que debemos aclarar, el Instructivo Onapre no solo afecta a los educadores y a los gremios de la salud, que son los que más han protagonizado las recientes protestas, sino que también golpea a todos los trabajadores públicos.

La respuesta de la tiranía, como es su costumbre, fue la de perseguir sindicalistas, lanzar a sus esbirros a las calles para tratar de amedrentar a los trabajadores, acciones a la que se sumó la amenaza de Mario Silva, a través de su bodrio televisivo, de soltar “la marea roja” a los educadores si van a un paro nacional. Sus palabras se enmarcan en la incitación al odio y a un llamado a la violencia, como bien señalaron los usuarios de la red social Twitter.

Este martes, sin un ápice de miedo, los trabajadores de la educación se movilizaron en buena parte del interior del país y en Caracas para alzar la voz, en clara demostración de que no abandonarán la lucha hasta lograr sus objetivos. Lo cierto es que este nuevo ciclo de protestas de rechazo al Instructivo Onapre y por el respeto a sus derechos sociales y económicos, continuará, porque este jueves está anunciada la realización de la III Jornada Unitaria de Protesta, como la han llamado y sabemos que no será la ultima.

Hay quienes dicen que los líderes sociales están extraviados y no es así. Los líderes sociales están en la calle y entre ellos hay líderes políticos.

En la gira que hicimos por todo el país, por llano adentro, montaña adentro, por cada rincón de nuestra Venezuela, nos reunimos con muchos líderes gremiales y sindicales de los sectores de educación, salud, así como de otros y ellos están sumamente claros de que el sistema político rojo, que ha borrado los derechos constitucionales de los venezolanos, nunca va a garantizar esos derechos.

El artículo 29 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) establece que el trabajo es un hecho social y gozará de la protección del Estado. Y, por otro lado, el 91 habla de que los trabajadores tienen derecho a un salario suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Entonces, ¿por qué estos derechos quedan en poesía y no se pueden cumplir? Sencillamente porque no existe un Estado, porque lo que hicieron fue desarticular a todas las instituciones.

Así como los partidos son el medio para el acceso al poder los sindicatos, según el artículo 59 de la CRBV, son los llamados a defender los derechos de los trabajadores. Es por ello que la dictadura crea sindicatos paralelos a los democráticos y existe una conjura con el CNE, que no permite la renovación de los cuadros sindicales por medio de procesos de elección, lo que afecta a los trabajadores. Luego montan un show y firman acuerdos con los sindicatos piratas que solo responden a los intereses de Maduro y que están a espaldas de los trabajadores.

Los que protestan están conscientes de que el gobierno usurpador no tiene la disposición de resolver sus problemas y saben que la situación de todo esto es política. Y por qué es política, porque no hay Estado sino un sistema que descuartiza a las instituciones para poder mantenerse.

De ahí entonces que el mundo democrático, conformado por los académicos, los trabajadores informales, por los que están en organizaciones políticas y sociales, en fin por todos, tenemos juntos que ir a la búsqueda del cambio político, el cual se logra por medio de la unidad, dejando de lado las tarjetas de las partidos políticos aunque estas se respeten, para agruparse en la de la manito, llegado el momento de las presidenciales tras la primaria de la oposición. Esos días están por llegar.

Doy fe de que los que integramos la legítima Asamblea Nacional electa en 2015, junto al Presidente (E) de Venezuela, Juan Guaidó, estamos del lado de los educadores y de los trabajadores, porque es una protesta de todos y una sola lucha que no es solo de los educadores sino de todos los venezolanos, por lo que se requiere que participemos unidos para poder triunfar.

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Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015;expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.