La estafaron con un enorme pedido de pizzas, ella donó todo a un hospital y tuvo una recompensa inesperada (VIDEO)

La estafaron con un enorme pedido de pizzas, ella donó todo a un hospital y tuvo una recompensa inesperada (VIDEO)

Cortesía

 

Tamara, es una cocinera de 28 años de Neuquén, Argentina, que no bajó los brazos cuando fue víctima de una estafa. Supo convertir el mal momento que vivió al frente de su negocio, Estami Pizza, y se convirtió en un fenómeno viral por la manera en que logró revertir las cosas. De la bronca pasó a un noble gesto que terminó cambiando todo para ella.

Por: Clarín

Resulta que la pizzería recibió un pedido de 17 pizzas y 4 docenas de empanadas y, cuando llegó al lugar para hacer la entrega, no había evento, ni nada. Todo resultó ser un gran robo virtual.

Tamara había invertido mucho tiempo de trabajo en preparar la comida, al igual que el dinero de todos los ingredientes, por lo que esperaba una buena ganancia, pero en lugar de eso había perdido todo el dinero en su cuenta de Mercado Pago.

La joven neuquina contó a TN que está pagando un terreno con su novio para construir su propia vivienda, y que al principio había llorado de la emoción porque con lo que le habían encargado llegaba a pagar la cuota del mes. Pero cuando supo que fue víctima de un engaño, se derrumbó: “Pasé de llorar de alegría a llorar de tristeza”.

¿Cómo fue la estafa?

“El hombre que llamó le dijo a mi mamá que iba a hacer la transferencia a la cuenta de Mercado Pago y le envió un código que mi mamá le reenvió y así le vació la cuenta”, detalló Tamara. “Nunca desconfié de esta persona”.

“Nos percatamos de que no había ningún vehículo, poco movimiento, todo muy raro. Cuando tocamos puerta, salió gente de seguridad, dos serenos de ahí. Ellos nos dijeron ‘acá no hay nadie, la gente trabaja de día y no hay reuniones a la noche´. Esperamos un rato más, pero el hombre nos rechazaba las llamadas. Fue ahí que me senté en el interior del auto y pensé ‘¿qué voy a hacer con tantas pizzas a esta hora?’ No las iba a guardar en el freezer”, contó a La Nación?

Con el auto lleno de comida, la joven decidió que el rumbo de esa pizzas no sería la basura, sino que lo donaría, pasó por el hospital Heller y se las entregó a médicos, enfermeras y pacientes.

“Sinceramente yo solo quería que alguien nos recibiera las cajas e irme de la bronca, la impotencia, el dolor, la pérdida de mercadería. No quería saber más nada. Nos atendió gente de seguridad, pasamos, había camilleros, enfermeros, personal de maestranza, nadie entendía quién llegaba en ese horario con esa cantidad de comida”, relató la joven.?

@lucianaortizluna

#mujeresfuertes

? sonido original – Luciana ortiz luna

Allí conoció a la doctora y tiktoker Luciana Ortiz (@lucianaortizluna), quien compartió su historia en un video, que ya tiene más de 1 millón de reproducciones, para que más gente apoyara su negocio y fueran conscientes del bonito gesto que había tenido.

“Les voy a presentar una persona de esas que el mundo merece conocer y que hoy pasó un momento espantoso, pero entre todos la vamos a ayudar”, empezó explicando la doctora.

La cocinera describió entre lágrimas: “Nos hicieron un pedido grande, de 17 pizzas y 4 docenas de empanadas, y la transacción de Mercado Pago nunca se pudo hacer por un motivo u otro de la otra persona”, luego añadió: “Llegamos al lugar, que era bastante lejos, y nunca nos atendió nadie, y entre llamar y llamar nos dimos cuenta de que era una estafa”.

El video rápidamente se viralizó acumulando millones de visualizaciones y todo tipo de comentarios, la mayoría animando a la joven a seguir adelante: “Las vueltas de la vida le quisieron hacer un chiste y fue a donde está usted, y ahora vamos a poder ayudarla y ella va a crecer mucho más”, “Toda buena acción tiene su recompensa. Un tropezón no es una caída”.

Y entonces las redes sociales hicieron su magia: “Después de ver la publicación, la gente se comunicó con nosotros para hacer donaciones”, contó Tamara emocionada. Además, tras la viralización de la historia, el negocio se volvió muy popular y los pedidos se multiplicaron.

Tal vez ahora las lágrimas de Tamara nuevamente vuelvan a ser de emoción por ver su emprendimiento crecer y el sueño de la casa propia cada vez más cerca.

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