La explosiva información que dejó lista el excapo Gilberto Rodríguez Orejuela

La explosiva información que dejó lista el excapo Gilberto Rodríguez Orejuela

Gilberto Rodríguez Orejuela, capo del Cartel de Cali, murió este primero de junio del 2022. FOTO: Archivo ET / AFP-Policía Nacional

 

Uno de sus compañeros de prisión usó la llamada a la que tiene derecho cada 72 horas para avisarle a un primo de los hijos de Gilberto Rodríguez Orejuela que el exmafioso colombiano había sido sacado muerto de su celda.

Por eltiempo.com





La familia había perdido todo contacto con Rodríguez, de 83 años, y ni siquiera a sus abogados les habían dicho cuáles eran su condición médica y ubicación.

Según una carta en sobre sellado que llegó al consulado de Colombia en Atlanta (Estados Unidos), el excapo estuvo casi dos meses aislado en un hospital y fue devuelto en una camilla a su celda de mediana seguridad, en el Complejo Correccional de Butner, donde murió de un linfoma cerebral.

Ahora el despacho de la vicecónsul en Atlanta, Lezli Kalli, se está encargando de la reclamación del cadáver de Gilberto, el otrora poderoso jefe del cartel de Cali. Según el Bureau de Prisiones, falleció el martes 31 de mayo, en la prisión de Carolina del Norte, a las 6:54 de la tarde, hora de Estados Unidos.

Aunque ya han pasado cinco días desde su deceso y el Tribunal del Sur de Florida se había comprometido a permitir que sus hijos lo visitaran, ninguno puede viajar porque, desde el gobierno Trump, se decidió prohibir el ingreso de su prole.

Cero privilegios

Pese a haber sido un poderoso jefe de la mafia que intentó poner en jaque a las autoridades y, además, presidente de la República, el excapo murió solo, lejos de su familia y debiendo aún 8 años y 4 meses de cárcel, de los 30 años a los que fue condenado.

“No va a haber tratamiento especial. Al señor Gilberto se le aplicarán los protocolos rutinarios. El mismo trámite que se le dio al señor Jacinto Torres, un modesto lanchero que murió en prisión el año pasado”, explicaron fuentes consulares.

Gilberto y su hermano Miguel fueron extraditados en 2004 como una especie de trofeos de la lucha contra el narcotráfico que Estados Unidos libró en Colombia y que también buscó llevarse a su archienemigo, el jefe del cartel de Medellín, Pablo Escobar.

Pero en Colombia muchos creen que lo que Gilberto quedó debiendo no fue años de cárcel, sino parte de la verdad judicial sobre los nexos de la mafia con políticos, militares, policías y miembros de la sociedad colombiana (incluidos actrices y deportistas) que no han sido procesados y que, en algunos casos, siguen activos.

Aunque el hombre que le entregó a la DEA la información para atrapar a los Rodríguez –el contador del cartel, Alejandro Pallomari, quien sigue vivo– se llevó parte de la evidencia de los pagos a la clase política, los excapos venían reconstruyendo la lista de beneficiarios de sobornos y favores.

Repatriación y memorias

También siguen vivos y con la memoria intacta capos del cartel como Juan Carlos Ramírez Abadía, ‘Chupeta’; Víctor Patiño Fómeque y el propio William Rodríguez (hijo de Miguel), el único de los herederos del clan que terminó involucrado en el narcotráfico y en las vendettas en las entrañas del cartel.

El propio Gilberto le dijo el año pasado a EL TIEMPO que siempre les hizo jugosos aportes a políticos de todas las orillas, incluso de izquierda, y a exguerrilleros. Y que estaba listo a entregar, junto con Miguel, nombres, montos y evidencias para demostrar que casi todos recibieron plata de la mafia.

Pero tal vez lo más importante sea que, aunque destrozado por la muerte de su hermano, Miguel sigue vivo y tiene copia de toda la información que han reconstruido.

“Se amaban entrañablemente. Miguel está muy golpeado. El año pasado murió su hermana Aidé, y ahora, Gilberto. Hace 10 años también murió Jorge. Solo quedan tres”, explicó un familiar.

La justicia colombiana ha estado interesada en que los Rodríguez revelen si saben algo de capítulos inconclusos e impunes como el magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado, el asesinato de Luis Carlos Galán y la toma del Palacio de Justicia. Pero la Comisión de la Verdad, aunque no tiene alcances judiciales, llevaba ventaja.

Ahora, además de buscar la repatriación de su cadáver, la familia pedirá que se le entreguen los efectos personales del excapo, incluidas las memorias que Gilberto venía escribiendo.

Los ‘Pepes’ ocultos

Dos allegados le revelaron a EL TIEMPO que los exjefes del cartel de Cali venían avanzando en dos frentes: uno con la Comisión de la Verdad y otro con Estados Unidos.

Ya se había acordado una visita del padre Francisco de Roux, cabeza de la Comisión de la Verdad, para que dieran su versión sobre capítulos como el proceso 8.000 y la guerra contra Pablo Escobar”, señaló el allegado.

Y si bien Gilberto, conocido en la mafia como ‘el Ajedrecista’, estaba concentrado en sus memorias, incluida su niñez, avanzaba en un episodio específico: los ‘Pepes’, Perseguidos Por Pablo Escobar.

La justicia colombiana tiene pendiente por establecer hasta dónde llegaron los nexos de los Rodríguez con autoridades civiles y militares que tenían un mismo propósito: cazar a Pablo Escobar. Además, hasta dónde ese maridaje criminal permitió que el cartel de Cali acumulara poder y también crecieran las fortunas de políticos, oficiales y funcionarios.

Los Rodríguez conocieron a todos los que financiaron a ese grupo, quiénes lo conformaron, qué apoyos entregó cada uno y con qué parte de la fortuna de Pablo Escobar se quedaron.

También guardan nombres de los hábiles políticos que se robaron parte del dinero que la mafia les inyectaba discretamente a campañas como la de Ernesto Samper Pizano a la presidencia.

El rastreo del FBI

La información que llegaron a concentrar es tan importante y relevante que EL TIEMPO estableció en exclusiva que agentes del FBI los habían contactado para indagarlos por un violento episodio.

Según les dijeron, podrían mejorar sus condiciones a cambio de que ayudaran a esclarecer si un colombiano que posa de empresario en Antioquia participó en uno de los atentados ejecutados por el cartel de Medellín.

Gilberto no alcanzó a entregar la información que sabía sobre el tema, y mucho menos a obtener el beneficio carcelario prometido. Ya el año pasado se le había negado la libertad, no obstante haber interpuesto un recurso de clemencia debido al cáncer de colon y próstata que lo había atacado en prisión.

La Cancillería dijo que sufragará los gastos de traslado del cuerpo y pedirá que se expida la partida de defunción de Gilberto Rodríguez.

Su cuerpo será enviado a Cali, según le informó un funcionario del viceconsulado a Alexandra Rodríguez, una de las hijas. Acá se le dará cristiana sepultura en una ceremonia privada”, le dijo a este diario un allegado del otrora poderoso capo de las drogas.

parte del país está atento a que también repatrien sus memorias. Para Gilberto Rodríguez fue el final, para otros, será el principio.