Partidos en salsa, por @ArmandoMartini

Partidos en salsa, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

La campaña del régimen, desde el jefe hasta el humilde servidor, en el fastidioso, largo y costoso evento de la tertulia psuvista -que terminará por cambiarle el nombre al teatro, poniendo el de la desequilibrada que se firma como leona de Chávez o el de aquella forma líos, chiflada de hebra teñida con movimiento y oficina subterránea. Los que mencionan apasionados con insistencia enfermiza, fanática e irracional, que lo malo se debe a las sanciones del imperio estadounidense pero que Venezuela y la revolución bolivariana todo lo vence y saldrá adelante con el castrismo fracasado al frente (el que la hace no admite que la hizo y no la paga, siempre tendrá un paga peo a la mano), indicando que en el oficialismo hay una línea a seguir, retorcida y falsa pero que debe continuar.

El PSUV, grupete con divisiones, enfrentamientos, pero con fracturas bien atadas, por disciplina, miedo, interés o una combinación, no importa cuál, a la vista es una estructura con línea férrea y firme de mando. No importa si apartados o si no se dejan apartar, lo que incumbe es ante el mundo un partido único y consolidado. Si se desmorona mañana, o dentro de varios años, es irrelevante, en estos momentos, aunque de embuste, representan una mole unida. 

No así los que le adversan. No hay oposición, hay una por partido, y cada uno a su vez tiene frentes diferentes, quizás con excepciones, y el Comunista que no importa porque está en las últimas, boqueado en la perruqueria canina, puede incluso ser el más pequeño de la oposición. Se empeña estulto en ser comunista, condición que hoy hasta en Rusia oculta.





No hay comunismo, quizás putinismo protervo, degradante y otras tendencias. Los chinos, aunque con estructuras tradicionales como el Comité Central, se supone mandada por el Partido Comunista, en realidad es una dictadura cada día más capitalista; de Estado, pero acomodada, poderosa. Y por supuesto, la porquería del comunismo cubano que hace décadas sólo es tiranía castrista que se identifica -cual chulos- con quien la mantiene.

Los partidos de oposición se han dejado arropar por personalismos empecinados de fracasos, desilusiones y desengaños, desde aquella Primero Justicia que se asomaba como relevo y se fue dejando allanar por organizaciones supra-partidos como la MUD y sucesoras mutaciones, hasta la variedad de partidos actuales que en una realidad tan distorsionada y desfigurada, tiene oposición obediente al régimen.

Es hora de reacción, cambio y renovación. Ha pasado una generación, siguen los mismos jefes partidistas, e incluso los que por tradición tienen más opción, han terminado por ser una torta a la cual se han aferrado por fuerza y porque al régimen le dio la gana. 

Copei, ni de lejos es lo que fue, desgastado por su dirigencia, informa irá a elecciones internas en breve, y la verdad sea dicha, a pocos importó. Voluntad Popular nació con ímpetu terminado por ser el club de quien los sepultó y después voló a España tras enredar a civiles y militares en un golpe desvaído, sin gente ni sentido.

Hay partidos con nombre y presencia escasa. Madame botox. El muchacho de a la tercera va la vencida. El converso sargento y el filósofo del Zulia, estancado en su patio. Sin embargo, eso auxilia al interino que perdió el empuje por ser subalterno de ese oprobio, afrenta conocida como el G4. Y sigue siendo el único compromiso al cual han podido aferrarse los estadounidenses. Por cierto, en las primarias que organizan los erráticos de siempre, dejan sin derecho al voto a los venezolanos en el exterior. Las razones que alegan, los conducen a la argumentación distante y cretina de los problemas operativos. Con sinvergüenzas, la indecencia e inmoralidad no tienen límite. ¿Con qué moral pedirían el voto en el exterior quienes no lo hicieron en la elección por ellos organizada?

Hay que despojarse de ilusiones, liberarse de engaños, como paso importante para aceptar la realidad. Proceso muy distinto al de resignarse. La estulta normalización quieren convertirla en borrón y cuenta nueva. Haz desmanes, roba a placer, tortura sin piedad, lesiona, maltrata a quien te dé la gana, viola principios y buenas costumbres. Para luego escuchar a pendejos sermonear sobre el perdón por un bien superior. 

El país está hundido en una grave crisis que trasciende lo económico y abarca lo social; permea estructuras desde las tradiciones empresariales y sindicales, bajo la tiranía de un régimen que ni ha aprendido a gobernar ni entiende cómo hacerlo, sólo sabe aferrarse al poder ante la carencia de opciones.

@ArmandoMartini