Inmuebles por el suelo y aranceles por las nubes: La odisea de vender una vivienda en Zulia

 

Los asesores inmobiliarios en Zulia aseguran que el mercado desde 2017 estuvo “lento”, pero tras el anuncio del régimen de imponer nuevas tasas arancelarias en registros y notarías, el mercado pasó a estar “muerto”.





Por Corresponsalía

Los involucrados en el sector califican de abismal el incremento de estos aranceles para las ventas de inmuebles, incluso, hasta para alquilar. El pago de las tasas arancelarias depende el valor de la vivienda.

En Gaceta Oficial número 42.301, de fecha 20 de enero del año 2022, quedaron fijadas las nuevas tasas por concepto de prestación de Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren).

En el documento oficial reza que por las copias certificadas de los documentos inscritos en los registros se deberá pagar cinco centésimas de petro (0,05), es decir, 1,10 dólares por el primer folio, y una centésima de petro (0,01) por los folios siguientes.

Para el abogado Jorge Díaz este anuncio solo busca dos cosas: incrementar los ingresos del régimen de Maduro para poder cumplir compromisos como los bonos asignados a través del carnet de la patria, y terminar de asfixiar a los empresarios.

“Estas nuevas tasas arancelarias ancladas al petro son un exabrupto. Lo que pretenden hacer pagar al vendedor, en trámites que estaban entre 50 y 80 dólares, ahora debe cancelar 500 dólares o más. Esto solo generará mayor corrupción dentro de los registros”, acotó.

Medidas asfixiantes

 

 

Alberto Pineda desde hace 15 años trabaja en el área inmobiliaria. Al ser consultado por La Patilla, aseguró que este sector atraviesa “un momento muy duro. Los asesores si no venden, no perciben ingresos, ya que ganan por comisión de ventas”.

Pineda dijo que en lo que va de año no ha logrado vender un inmueble. Indica que muchos propietarios han desistido de vender casas o apartamentos al conocer todo lo que debe pagar en los registros para poder concretar la negociación. Entonces, recurren a la figura del alquiler.

“No todo está claro, y eso es una característica del régimen. Cada vez que vamos al registro a preguntar o presentar alguna propuesta de venta, cambia todo. Es en base a una tabla que de momento solo los registros manejan, y dependiendo del costo del inmueble, se calculan los pagos”, aseveró.

Un abogado, que prefirió no revelar su identidad, dijo que el mercado de ventas de inmuebles de manera formal está muerto. “Todos los trámites que se hacen de compras y ventas en los registros son por montos bajos”.

El jurista relató que una pareja que decida divorciarse, en caso de tener una vivienda en común y deciden venderla, debe cancelar el costo de un (1) petro, que es de Bs. D 259,620, lo que equivale a 56 dólares calculados a tasa del Banco Central de Venezuela (BCV). Este es solo uno de los más de montos que se deben pagar.

Wilmer Imitola desde el año pasado decidió vender su vivienda para emigrar. Desde febrero estuvo tratando de venderla. El costo de su vivienda de 80 metros cuadrados era de 5.000 dólares, pero no concretó la venta.

Imitola bajó a la mitad el costo de su casa, pero con todo y eso debía “invertir” el 25% del costo de la vivienda en “papeleo”. Prefirió hacer un compromiso con el comprador que se ocupará, dentro de algunos meses, hacer el trámite legal “o cuando caiga el régimen”, afirmó convencido de que las cosas cambiarán en Venezuela.

Propiedades devaluadas

 

 

Por su parte, Bruno Angellini, presidente de la Cámara Inmobiliaria en la región, señaló que el mercado está en descenso. A su juicio, la inmensa diáspora que sacude al país ha hecho que los ciudadanos rematen sus inmuebles en busca de un mejor futuro.

De allí el fenómeno, nunca antes visto, de que muchas familias han vendido sus inmuebles por un monto más bajo del que fue adquirido.

Según Angellini, la puesta en marcha de estas nuevas tasas tributarias “es un error”. “Pasaron de no cobrar nada a cobrar mucho, un exceso en el marco de una crisis nunca antes vista en el país. Quieren aplicar una reforma drástica y ruda para reactivarla la economía, pero esto no dará resultados. Solo creará trámites secundarios”, sentenció.

Dijo el empresario que en la actualidad Maracaibo es una ciudad deprimida, producto de tres fenómenos. La crisis económica, el apagón nacional del 7 de marzo de 2019 que generó una ola de saqueos destruyendo comercios y la pocas fuentes de empleo que quedaban y, por último, los intensos cortes eléctricos que aún persisten.

El representante de la Cámara Inmobiliaria cree que una buena estrategia del régimen podría ser dar incentivos para impulsar contratos de arrendamiento y ventas de inmuebles, pero si no frenan o cambian esta nueva medida, no solo en el área de inmuebles sino en todas las áreas “vamos rumbo a una mayor informalidad y ola de corrupción”, agregó.

Un asesor inmobiliario, que prefiero no revelar su identidad, dijo que durante 40 años se dedicó al negocio de bienes y raíces, pero este 2022 lo abandonó debido a las condiciones en las que ahora se encuentra el mercado inmobiliario.

Relató que para la empresa que trabajaba hasta 2021, por la venta de una propiedad de 20.000 dólares obtenían 5,8% de comisión. Reconoció que en la actualidad es prácticamente imposible vender un inmueble por esta cantidad y dijo que hay una desproporción nunca antes vista. “Todo se tiene que rematar o regalar para poder percibir algo de dinero”, apuntó.

Transcendió que tras el rechazo de los colegios de abogados del país, los juristas sostuvieron un encuentro con funcionarios del régimen y, según se pudo conocer, serán modificados los costos de los aranceles a precios más accesibles. Ver para creer.