El Nuevo Herald: Rusia ya está desestabilizando la democracia latinoamericana, sin poderío militar

El Nuevo Herald: Rusia ya está desestabilizando la democracia latinoamericana, sin poderío militar

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, se reunió este mes con Vladimir Putin en Moscú.

 

“Vamos a avanzar por el camino de la poderosa cooperación militar entre Rusia y Venezuela”. El dictador venezolano Nicolás Maduro hizo esta declaración desde Caracas el 16 de febrero, acompañado del viceprimer ministro de Rusia, Yuri Borisov.

Por miamiherald.com





No es casualidad que, en medio de la crisis de Ucrania, Vladimir Putin haya enviado a un alto funcionario para respaldar a Maduro en su declaración. El 13 de enero, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, dijo que “no podía afirmar ni excluir que Rusia enviaría activos militares a Cuba y Venezuela”.

Es un error subestimar el potencial del impacto negativo del Kremlin en nuestro continente. Aunque la amenaza de las bases militares rusas en América Latina puede verse como una fanfarronería, la realidad es que Putin no las necesita para ejercer su influencia dañina en la región. Durante mucho tiempo se ha aprovechado de la dinámica política regional para desestabilizar lo que Rusia considera una “esfera de influencia” estadounidense.

El Kremlin ha demostrado tener una variedad de opciones para lograr esto, incluido el espionaje, los ataques cibernéticos, las campañas de desinformación, la asistencia militar e incluso la habilitación de canales irregulares para lavar activos financieros ilícitos. Estas herramientas se aplican estratégica y continuamente en Venezuela para estabilizar la dictadura de Maduro.

La importancia de Putin para América Latina se hizo evidente cuando, al iniciar su campaña contra Ucrania, dedicó parte de su agenda a telefonear a los dictadores de Nicaragua, Venezuela y Cuba y concertar visitas de los presidentes de Argentina y Brasil.

Rusia no necesita bases ni misiles en América Latina, no cuando la estrategia en curso del Kremlin de desestabilizar política y socialmente el continente americano, erosionar sus instituciones, aumentar los conflictos sociales y promover dictaduras o aliados antiestadounidenses ya socava sus democracias y amenaza la seguridad de sus países. nuestros pueblos.

El hemisferio no sólo debe estar en alerta, defender activamente los intereses, la seguridad y las democracias de nuestros pueblos. Los latinoamericanos debemos rechazar las pretensiones de Putin de utilizarnos como moneda de cambio para satisfacer sus ambiciones, ya que nunca representan un beneficio para la región.

Estados Unidos no debe subestimar las acciones de Rusia en nuestra región. La Ley de Estrategia de Seguridad del Hemisferio Occidental de 2022 , de los senadores estadounidenses Bob Menéndez y Marco Rubio “ para contrarrestar esta influencia maligna ”, es un buen punto de partida.

Estados Unidos y las democracias del mundo deben liderar una iniciativa multilateral contra la injerencia rusa en América Latina. De lo contrario, la paz, la estabilidad y la seguridad del hemisferio estarán en grave peligro.