Habitantes de Bejuma, en el estado Carabobo, denunciaron su preocupación ante el creciente número de indigentes y pacientes con trastornos mentales no tratados que rondan las calles del municipio, algunos de ellos con actitud agresiva, sin que ninguna autoridad haga algo al respecto.
Corresponsalía lapatilla.com
En los últimos dos años se ha visto rondar en el municipio a estas personas, que duermen en las plazas y alrededores de centros de salud, los cuales además son usados por ellos como baño público. Visitan los comercios y rompen las bolsas de basura en busca de algo que comer.
Tal es el caso del CDI en Bejuma. Según denunciaron trabajadores del lugar, un indigente apodado “caraota” ha ocasionado múltiples daños a la infraestructura, ha dañado la pintura, acumula basura y hace un mes aproximadamente ocasionó un incendio.
Este mismo indigente dañó una acera en la Plaza Bolívar, contaron los trabajadores de una línea de mototaxi que hace vida en el lugar. “Esta es nuestra parada. Él además trae basura de todos lados y nos las pone aquí en las cunetas, ensucia todo. Es necesario que las autoridades hagan algo al respecto”, comentaron.
Por otra parte, María Fernández, habitante de Bejuma, relató que hay otra joven con desequilibrio mental que es agresiva, ha golpeado a varias personas entre las que dijo está una niña que se encontraba a las afueras de la iglesia junto a su hijo y otros niños, esperando entrar a la catequesis, cuando esta mujer haló al infante por las trenzas. “Tuvo que intervenir hasta la policía para que la soltara”, acotó.
Esta misma persona atacó hace 15 días a un comerciante del municipio, quien se desplazaba en su moto y recibió una pedrada en el rostro. El hombre cayó estrepitosamente al pavimento quedó inconsciente y ameritó 14 puntos de sutura.
Los habitantes han solicitado en repetidas oportunidades a la municipalidad atender la situación, antes de que ocurra una tragedia.
Una fuente ligada a la Dirección de Desarrollo Social de la alcaldía, informó de manera extraoficial que se encuentran realizando los trámites necesarios para ubicar a sus familiares y trasladarlos a un centro de salud mental. No obstante, explicaron que no es fácil conseguir cupos disponibles en estos recintos.
Asimismo, se conoció que muchos de estos pacientes tienen familia en Bejuma, pero que debido a la situación del país, no pueden costear sus tratamientos psiquiátricos, lo que ha generado que recaigan y deambulen en las calles atentando contra la propiedad privada, pública y la integridad de los ciudadanos.