Cuando la realidad supera a la ficción: Los escapes de prisión más infames de todos los tiempos

Cuando la realidad supera a la ficción: Los escapes de prisión más infames de todos los tiempos

Foto archivo: LATINUS/ vía REUTERS

 

Las historias de escapes de prisión siempre despiertan nuestra curiosidad. Se supone que esos son lugares ultra seguros, donde los peores criminales del mundo deben vivir tras las rejas como consecuencias de sus actores, pero la creatividad y el ingenio no tienen límite y unos cuantos criminales han logrado salir de ahí sin que nadie lo note hasta que ya es muy tarde.

Por GQ México





Una de las mejores series de la historia, Prison Break (y una de las mejores películas de Stephen King, Shawshank Redemption), trata exactamente sobre ese tema, nos muestra a un genio que lleva a cabo un plan tan complejo (y al Profesor de La casa de papel seguramente le da un poco de envidia), que nadie pudo descifrarlo o frenarlo. Pero los mejores casos no se encuentran en las series y las películas, sino en el mundo real.

Ted Bundy, por ejemplo, escapó del tribunal donde iba a juzgarlo, El Chapo se fugó de una prisión de alta seguridad y tres hombres hicieron historia al demostrar que una de las prisiones más seguras del mundo, Alcatraz, no lo era tanto y huir no era tan imposible como se pensaba.

Túneles subterráneos, muñecos con cabeza de coco, pistolas de juguete y situaciones que suenan casi a comedia, algunos criminales lo han intentado todo y, en el proceso, se burlaron de las autoridades y recuperaron la libertad (aunque no siempre la pudieron conservar, porque escapar es más fácil que mantenerse oculto).

Los escapes de prisión más famosos:

La fuga de Alcatraz

Este escape sucedió en 1962, cuando se pensaba que escapar de Alcatraz, una prisión conocida como The Rock que está rodeada de agua, era imposible.

La mañana del 12 de junio, los oficiales de la prisión descubrieron que Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin no estaban en sus celdas. Las celdas eran vigiladas en todo momento y ya se habían realizado 13 intentos de fuga que fracasaron, pero el trío logró burlar la seguridad creando un túnel en los ductos de ventilación entre sus celdas. Los tres pasaron meses excavando y cubrían los agujeros durante el día para que nos los descubrieran.

Además, crearon una balsa inflable usando impermeables y crearon figuras de papel para simular que estaban durmiendo en sus camas, cuando en realidad estaban escapando. El FBI fue llamado a investigar, pero, para cuando terminaron su investigación, los tres hombres habían muerto (aunque hay quienes creen que fingieron morir para poder estar libres).

Lester Eubanks y Misterios sin resolver

Este caso apareció en la serie Misterios sin resolver, de Netflix.

Lester Eubanks fue enviado a prisión después de asesinar a una niña de 14 años que caminaba a casa desde una lavandería y de realizar una serie de ataques sexuales. El asesino fue condenado a muerte, pero, como tuvo un muy buen comportamiento durante los primeros meses de su condena, se le otorgó un permiso especial para salir a comprar regalos de Navidad, y él aprovechó eso para escapar y desaparecer.

Las autoridades inmediatamente fueron informadas, se determinó que Eubanks era un fugitivo y se comenzó una búsqueda en todo el país, pero no encontraron nada. La policía pensaba que se había cambiado la apariencia y el nombre, y que se podría estar escondiendo a simple vista. Varias pistas fueron apareciendo con el paso de los años, incluso se cree que pudo estar viviendo bajo la identidad de vVictor Young, pero nunca fue capturado y no se sabe si sigue vivo.

Catch Me If You Can

Frank Abagnale Jr. fue un famoso estafador que se la pasó falsificando cheques (se dice que robó alrededor de 2 millones de dólares) y haciéndose pasar por un piloto de aviones, como se muestra en la película de Steven Spielberg con Leonardo DiCaprio.

Abagnale finalmente fue capturado en Francia, en 1969, y pasó seis meses en una prisión local y 6 más en una prisión en Suiza, de donde después fue deportado a Estados Unidos y condenado a pasar 12 años tras las rejas. Frank fue llevado al Federal Detention Center en Atlanta, y ahí escapó. Resulta que el oficial que lo llevó olvidó sus papeles de detención, así que el estafador vio una oportunidad y la tomó.

Se le permitió usar el teléfono e hizo una llamada a una amiga, a quien le pidió que lo ayudara a crear una credencial falsa, con la que se hizo pasar por un inspector de prisiones. Frank le dijo a los guardias que necesitaba que le prestaran un coche para reunirse con uno de sus asociados fuera de la prisión, ellos confiaron y le entregaron uno, que usó para fugarse. Para su mala suerte, fue descubierto solo unos meses después y detenido de nuevo.

Hay quienes creen que toda la historia de Frank es falsa y que realmente no sucedió como él la cuenta, pero también está la teoría de que las autoridades lanzaron ese rumor para evitar quedar como ingenuos.

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