Luis Barragán: Barinas 2022

Luis Barragán @LuisBarraganJ

El evento de laboratorio barinés, arroja los frutos esperados con una disputa tan artificial como todo lo ocurrido el 21 de noviembre pasado. Cualquiera podrá pensar que, en realidad, hubo sufragios que contar sometidos a los infalibles dispositivos de transparentación de los resultados – faltando poco – tan estrechos.

El máximo órgano judicial de la República Bolivariana ha ordenado y fechado otro evento, en los días de los grandes cohetazos oficialistas de año nuevo. La adjudicación de la gobernación ha quedado postergada, aparentando un Estado de Derecho nada convincente.

Al parecer y sólo al parecer, el régimen tendrá otro candidato regional, ensayando así el retiro paulatino de la familia Chávez de las estructuras el Estado, como ni el mismo Juan Vicente Gómez quiso con la suya finalmente entronizar. En todo caso, lo demostró, la usurpación puede quitar o poner fichas, pues, así como dejó a Rosales y Galíndez en el Zulia y Cojedes, el antojo hubiese pasado por consagrar a Olivares en Vargas para contar con un histrión de menor edad, cosa que el rehén agradeció no ocurriera.





Aceptó a Superlano para poner luego en duda su recandidatura estadal, siendo más atrevida la jugada de convertirlo en gobernador, sabiéndolo uno de los más desprestigiados referentes de la oposición nominal. Por cierto, mientras que estuvimos por largas horas secuestrados en tres autobuses en el estado Táchira, por un grupo fuertemente armado de irregulares, él era protagonista de una hazaña en la ciudad de Cúcuta, en 2019.

La entidad llanera queda para una adicional pieza teatral de la que supimos también en el estado Miranda, donde hubo centros de votación en los que las personas chequeaban las listas pegadas a una pared repleta de los afiches de Héctor Rodríguez. Barinas sube el telón de 2022 para una nueva temporada, presuntamente realizado el trabajo por el CNE que le meterá más tarde el diente a las universidades, colegios profesionales, sindicatos y paremos de contar.