A parte del dolor y la violencia que ha generado el narcotráfico en el país, esos poderosos criminales han logrado permear desde la política hasta el deporte, donde varias figuras nacionales se han visto involucradas en líos judiciales y algunos hasta en condenas penales.
Por: Infobae
La década de 1990 fue crucial por el poder del narcotráfico en ese momento para alcanzar a varias personalidades públicas, entre las que hubo varios futbolistas. Algunos de ellos, terminaron muertos por las balas criminales y otros ante la justicia por relaciones o delitos de tráfico y lavado de activos.
René Higuita, el intermediario
Uno de los casos más recordados es el de René Higuita, arquero de la Selección Colombia y el Atlético Nacional para ese entonces, que fue enviado a prisión por intermediar entre criminales y narcotraficantes. El creador de “la escorpión” fue condenado por interceder para la liberación de la hija de Luis Carlos Molina Yepes, que había sido secuestrada.
Molina era considerado uno de los principales lavadores de dinero del Cartel de Medellín de Pablo Escobar, quien contactó a Higuita para negociar la liberación de su hija. La Fiscalía acusó al futbolista de recibir dinero de los narcotraficantes, pero él negó el pago, aceptó la intermediación y aseguró que lo hizo de buena fe.
La inversión de Freddy Rincón
El exmundialista estuvo envuelto en una investigación por lavado de activos de la que fue absuelto en 2016. El proceso judicial inició en 2008 cuando fue capturado por las autoridades en Brasil e interrogado durante 4 meses por presuntos vínculos con un narcotraficante.
Aunque Rincón negó desde el principio las acusaciones. Las autoridades consideraban sospechosa la inversión del futbolista en la empresa Nautipesca de Panamá, que resultó ser de propiedad de Pablo Rayo Montaño, un narcotraficante que llevaba cocaína a Estados Unidos, Venezuela y tenía toda una maquinaria montada para el blanqueo de capitales.
Finalmente Rincón logró demostrar su inocencia y negar cualquier vínculo criminal y fue absuelto por el proceso abierto en su contra en Panamá.
John Viáfara pasa sus días en una cárcel de Estados Unidos
Desde mediados de 2017 se le seguía la pista a la red de narcotráfico a la que pertenecía el campeón de la Copa Libertadores (Once Caldas en 2004). De acuerdo a las indagaciones adelantadas en ese momento por un agente especializado de la entidad contra las drogas estadounidense, esta red se movía desde 2008 enviando cocaína desde Sudamérica hasta Centroamérica para pasarla hacia Estados Unidos y venderla.
Viáfara era conocido como ‘Goleador’, ‘Makelele’ o ‘Futbolista’ y fue vinculado con esta red que consistía en seis personas cuando se conoció de una foto que le enviaron, donde se veía la referencia HK-17 en los productos ilegales, marca que se reconoció en Estados Unidos al tiempo en un cargamento incautado por las autoridades de ese país. De acuerdo a El Espectador, también se conocieron llamadas en las que se orquestaban algunos puntos clave del transporte, reuniones con un cartel mexicano y hasta charlas sobre la incautación de la droga por la Policía, frustrando algunos de sus cargamentos.
Desde el 19 de marzo de 2019, Viáfara estaba en la cárcel La Picota en Bogotá tras haber sido capturado ese día sobre la 1 de la tarde en el Valle del Cauca. En enero de 2020 fue extraditado y hasta un año después se conoce de una condena que marca la historia de un seleccionado colombiano que algún día tuvo a sus pies a todo un país.
Antony el Pipa De Ávila capturado en Italia
El caso más reciente es el de la estrella del América de Cali, quien fue capturado en las últimas horas en Italia por presuntos delitos de narcotráfico cometidos en 2001. Al momento de la detención, Antony estaba acompañado por dos narcotraficantes napolitanos con los que había sido relacionado e investigado años atrás. Según los medios italianos, la reunión tendría el fin de reanudar los contactos entre el colombiano y los traficantes.
El nombre del ‘pitufo’, aparece en una investigación de 2001 que condujo a la desintegración de un grupo delictivo que importaba grandes cantidades de drogas de Holanda y luego las revende a organizaciones criminales. Aquella vez el futbolista permaneció algunas semanas en prisión, pero ante la falta de pruebas que lo vincularan fue dejado en libertad por lo que el exjugador decidió regresar al país. Tres años después, nuevas pruebas permitieron a las autoridades dictar medidas cautelares en su contra.