Puedes ser bueno en lo que haces, pero si siempre aplicas el mismo método, ejecutas las mismas acciones y no te atreves a retarte o cambiar para ir más allá o elevar tus metas, siempre serás bueno, pero no mejorar o alcanzar la excelencia.
Y es que para sacar el máximo rendimiento a la práctica de cualquier disciplina hay que explorar territorios en los que nos obliguemos a salir de la zona de confort, intentar superar los miedos, y para ello nada mejor que buscar la guía de un mentor o coach que nos ayude a cruzar a la otra orilla con su supervisión y consejos, que nos exija cada vez más de nosotros y nos haga ver que podemos dar aún más.
Esa es la base de un Coach, una persona con más experiencia o mayor conocimiento que está dispuesta a ayudar a otra menos experimentada o con menor conocimiento. En otras palabras es el aprendizaje basado en la experiencia de ese mentor.
Me dirás tal vez que en tu vida no te ha hecho falta un mentor, que has llegado donde has querido, gracias a tus propios esfuerzos y que muchos grandes han triunfado sin la necesidad de uno.
Ten en cuenta que “los grandes” no nacieron grandes, se hicieron grandes. Tú también puedes llegar a ser grande, a cualquier edad, si sabes elegir un mentor que sea capaz de sacar de ti todas tus capacidades.
En Japón, han sabido desarrollar e implementar esta filosofía del mentor al que llaman senpai. Cuando un recién graduado comienza a trabajar en una empresa se le asigna un senpai para que lo guíe. Su misión es transmitir todo su conocimiento y habilidades acerca del trabajo que ha hecho durante años al nuevo empleado, al que llaman, kohai.
El éxito de las más grandes empresas y corporaciones japonesas radica precisamente en esa sabia relación entre senpai-kohai, así transmiten de forma efectiva el conocimiento y los procesos, lo que ha sido la clave para el avance de la tecnología y la industria japonesas.
Ahora bien como emprender la búsqueda de un mentor o un ActionCOACH, de alguien que haga las veces de tu senpai; el primer paso es buscar al mejor en tu giro o actividad, esa persona que sientas como tu fuente de inspiración, ese dueño de negocios que represente lo que tú quieres ser; en segundo lugar, estudiarlo, ver y leer sus entrevistas, buscar bibliografía sobre esta persona, tomar notas y lo más importante, aplicar ese aprendizaje en tu práctica diaria.
Y si eres un dueño de negocio que quiere crecer, que quiere alcanzar no solo su libertad financiera, sino además la libertad de su tiempo, el mejor mentor es buscar un ActionCOACH.
Que ventajas vendrían a ti y a tu negocio tomar la decisión de dejarte guiar por un mentor o coach:
Obtienes una visión más amplia. Un coach tiene la capacidad de ver una realidad más amplia, su experiencia le permitirá entender mejor el proceso, prever futuros problemas y contar con soluciones ya probadas, minimizando los errores.
Te nutres de un mayor conocimiento. El coach ya ha recorrido el camino que tu apenas vas iniciando, su apoyo y guía te ayudará a ahorrar tiempo y dinero. Es, en otras palabras, una rica fuente de información sobre qué hacer y qué no hacer.
Te pedirá avances y analizará contigo los resultados. Un coach te ayudará a fijar metas, te exigirá cuentas y determinará contigo donde se encuentra el problema y su solución.
Sumarás conexiones a tu red. La experiencia y el conocimiento han dotado a los coaches de una red, que en cualquier momento puede ser tuya y ayudarte a abrir puertas a nuevas oportunidades.
Te ayudará a mantener el foco y fijar tus objetivos. Si aún no sabes con precisión donde quieres llegar y como hacer, un estructurará esa ruta, te señalará las metas y ayudará a que las cumplas.
Con un coach nunca te estancarás. Un coach siempre te presionará a ir por más, a superarte y crecer.
En mi vida personal he contado con grandes mentores, personas cercanas que me han ayudado y continúan haciéndolo, debo reconocer y agradecer a mis padres, a mi esposo y a mi hija. Ellos son mis principales mentores.
Y en mi vida profesional, agradezco y valoro a todos mis ActionCOACHes que me han servido de guía y espejo para permitirme llegar a este punto en el cual me encuentro hoy.
Con ellos descubrí que era capaz de, por ejemplo, hacer algo que una hora antes me parecía imposible de lograr, a no ver tantos imposibles y a lanzarme de forma natural a nuevos y más grandes retos. Esto mismo puedes descubrir tú.