José Machillanda: Ciudadanía y efervescencia política

José Machillanda: Ciudadanía y efervescencia política

La ciudadanía democrática frente al 21N ya ha decidido su participación política contendiente, propia de la efervescencia política del demócrata venezolano que, como replanteamiento político, entiende la necesidad de aproximarse al hecho electoral del 21N para votar a los Gobernadores y Alcaldes de la oposición política. Es por ello que la elección de Gobernadores y Alcaldes marcará un hito en el afianzamiento democrático del país, ya que su ciudadanía democrática tiene muy claro que el sistema político venezolano tiene que ser repensado y reforzado. Sólo es posible en la medida que la sociedad con su iniciativa y su educación política, es decir como ciudadano, acuda al hecho electoral para darle vigencia y peso a la democracia como cuerpo social.

Por José Machillanda





La democracia tiene que ser conquistada en extremo por los venezolanos, eso ya se ha comprendido el ciudadano después de 20 años frente a esta revolución militarista, vergüenza, desgracia y atraso político. El 21N tendrá su respuesta. Pero, motivada esa masa democrática, ya ha reaccionado, yse entiende en una efervescencia ciudadana que le da certeza y que no permite que haya espacio para equívocos mediante la participación política contendiente. El revolucionarismo militarista, regresión y vergüenza de este país, será una vez más derrotado en el hecho electoral del 21N, no se olviden que vienen siendo derrotados y enjuiciados públicamente desde la brutal abstención del 6D. No más revolucionarismo militarista. Eso será verificado el próximo 21N.

La ciudadanía democrática tiene claro que la República requiere Gobernadores y Alcaldes demócratas, en consecuencia, así votará. Estos Gobernadores y Alcaldes impondrán un camino reformador en lo político y en lo administrativo, la norma será perfectamente cumplida, las leyes serán respetadas, será la imposición ética-ciudadana aplicada como guía facilitará el ejercicio del poder. Es decir, está claro que la democracia venezolana tiene un camino en el hecho de elegir para fortalecer la República, indiscutiblemente que el tiempo desde este momento hasta el 21N permitirá a un ciudadano que, como pieza central de la democracia, acuda al voto sin escándalo, pero con decisión firme. Las próximas elecciones de Gobernadores y Alcaldes lo verificará.

Efervescencia ciudadana, expresión del voto inteligente, será la energía, la visualización y la decisión política del demócrata para agrupar a Gobernadores y Alcaldes en el espacio de la democracia. Democracia donde y cuando mediante vías múltiples de pluralidad, pero sobre todo de compromiso ético, aparecerán los votos del ciudadano en ese camino reformador propio de los demócratas. Camino reformador para el destino de la comunidad, gobierno inmediato de crítica importancia democrática en donde la comunidad, el liderazgo y la democracia coinciden para que el 21N sea posible instrumentar a futuro el juicio que, a partir del 5 de enero de 2022 le corresponde a quien cumple la mitad de su periodo y debe presentarse frente a la ley.

La participación política contendiente de los demócratas el próximo 21N ya otea, ya se siente para que Gobernadores y Alcaldes como poder representen el todo y, en ese volver a empezar, la comunidad sea tratada como esencia que requiere la democracia, tal y como lo sugiere la Constitución y las leyes amparados por la ética. El 21N y el hecho electoral se avizoran ya como el desplazamiento de esa grotesca y primitiva figura de hombres uniformados, armados amenazando y amenazadores, intimidando e intimidadores al ciudadano. La ciudadanía el 21N será la representación cierta, clara, manifiesta para que los Gobernadores y Alcaldes demócratas, simplemente al ocupar sus cargos representen la imagen defensiva de la dignidad, de la ciudadanía, en contrario a lo que significan las bocas de fuego que han venido invadiendo a la República de la cual ya estamos cansados.

Frente al hecho electoral del 21N, el ciudadano demócratico expresará todo para que se pueda empezar. Empezar que significa elegir democráticamente a los Gobernadores y a los Alcaldes, ambas acciones serán realizadas por la ciudadanía, por la comunidad y por la decisión de destino que quienes son demócratas que creen firmemente en la paz y en la ley. El venezolano mediante su voto el 21N entiende de manera precisa lo que significa tener Gobernadores y Alcaldes que devengan del hecho electoral prístino, claro, decisivo en donde el aspecto fundamental es la ética para la aplicación del poder.

El 21N no ocurrirá un perfeccionamiento en el ejercicio del voto, ya que el voto como una expresión de cultura política con máximo orden social ya es costumbre del ciudadano venezolano demócrata que cree en la paz, que requiere la armonía, que entiende que con el cumplimiento de la norma, de la ley y de la Constitución quienes ejercen el poder serán ciudadanos que amen la paz. Desde ya, el hecho electoral del 21N será el hecho de la gran masa democrática decididamente política, decididamente venezolanista, decididamente expresión del comportamiento ejemplar de los demócratas, del liderazgo y, sobre todo, de una ciudadanía y una ecuación política que está convencida que hay que ratificar el sentir y el privilegio de la democracia frente a este grotesco régimen ya desplazado, armado, lleno del complejo de poder, que no entiende de República y sociedad, pero sí entiende de dictadura, persecución y armas.

Es original,

Dr. José Machillanda
Director de CSB-CEPPRO
@JMachillandaP
Caracas, 14 de septiembre de 2021