Gabriela Garreau: ¿Ganaste peso? Recupera el control con la alimentación consciente

En la entrega anterior hablamos sobre la Alimentación Consciente o Mindful eating como método para llevar una vida balanceada y acabar con el sobrepeso. Establecimos que es una escuela de nutrición y psicología en la que nos involucramos totalmente en el proceso de alimentación. Desde la preparación y elección de alimentos, hasta comer y procesar las emociones y sensaciones que los alimentos nos producen.

Para comprender cómo utilizar este método, es importante saber que buscamos hacer un cambio a nivel psicológico en la manera en la que vemos nuestra alimentación. Gracias a lo cual “eventualmente” dejaremos de ver el acto de comer como una forma de lidiar con nuestras emociones, para verlo como lo que es en esencia: una necesidad.

Aprenderemos a controlar nuestros impulsos al comer y con esto la incidencia de enfermedades relacionadas con el sobrepeso como la obesidad, diabetes y los problemas cardiacos.





Diversos estudios han demostrado que las personas que tienden a comer emocionalmente suelen preferir comida chatarra y dulces . A esas personas les llamamos comensales emocionales. Los cuales, suelen comer de manera emotiva en su mayoría cuando experimentan sentimientos de preocupación, depresión o enojo. En los momentos en que comen de esa manera no logran entender por qué lo hacen , ni los efectos en su salud a largo plazo.

Por lo tanto, al revisar nuestros hábitos alimenticios deberíamos ser capaces de parar de consumir comida de esta manera. A su vez , cuando seguimos dietas estructuradas ciegamente, se nos dificulta ver resultados a largo plazo.

Comer sin internalizar por qué lo hacemos y sin respetar nuestro cuerpo es negativo en ambos casos.

Lo anterior nos lleva a discutir qué podemos hacer para desarrollar hábitos saludables al comer. Existen tres prácticas básicas para el Mindfulness : intención , atención y actitud. Tender intención significa comprender por qué y para qué realizamos acciones. La atención se centra en entrenar nuestro cerebro para mantener una dirección constante.

Finalmente, la actitud se relaciona a cómo prestamos atención y tomamos decisiones.

Siguiendo esas prácticas desarrollaremos las acciones básicas de la alimentación consciente. Las cuales se pueden resumir en respetar nuestro cuerpo y ser agradecidos por la oportunidad de involucrarnos en cómo lo alimentamos.

Elegir alimentos balanceados y llenos de nutrientes, disfrutándolos al 100%. Reconocer cómo nos hacen sentir los alimentos que elegimos. Y lo más importante: ser capaces de entender cuándo nuestro cuerpo tiene hambre física y cuándo se encuentra saciado.

Aprender a dejar los sentimientos a un lado cuando nos alimentamos es un proceso que dura toda la vida . En la próxima entrega discutiremos hábitos y habilidades que nos permitirán adaptar nuestra manera de comer a los de la alimentación consciente.

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Powell, S. (2014). Alimentación consciente. EDITORIAL SIRIO SA.
Fleta, Y., & Giménez, J. (2020). Alimentación consciente: reduce tu ansiedad y mejora tu dieta. Grijalbo Ilustrados.

Barcia Briones, M. F., Pico Macías, L. A., Reyna Murillo, J. L., & Vélez Muñoz, D. Z. (2019). Las emociones y su impacto en la alimentación. Caribeña de Ciencias Sociales, (julio).