Julio Castellanos: Una oportunidad para analizar

En días pasados, la Universidad de Carabobo, específicamente su Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, anunció el proceso de inscripción al curso introductorio bajo el régimen de educación a distancia. Este es el paso previo para aspirar al ingreso como estudiante regular. Al difundirse la noticia, algunos amigos, ex estudiantes y allegados me hicieron algunas preguntas interesantes, entre ellas: “ahora que estoy en Perú, ¿puedo continuar los estudios que abandoné?”, “algunos amigos chilenos están interesados en estudiar a distancia en la Universidad de Carabobo, ¿es posible con el nuevo régimen a distancia?”.

La respuesta a la primera pregunta, pude confirmarla con las autoridades de la Universidad, es que si pueden ingresar y continuar sus estudios aquellos bachilleres venezolanos que hoy están en el extranjero. Para ello deben pedirle a algún familiar hacer los trámites presenciales en la dirección de asuntos estudiantiles y luego acceder al aula virtual con el usuario y contraseña que recibirán. Esto sin duda es una buena noticia para una parte de los jóvenes que, ante el rápido deterioro de la calidad de vida en el país, tuvieron que desesperadamente huir y buscar las oportunidades perdidas en otras latitudes. De hecho, es probable que dada la necesidad de conexión a internet para la plataforma a distancia los venezolanos en el exterior se les haga más sencillo conectarse que a los venezolanos dentro del país considerando las fallas recurrentes en nuestra conectividad.

La otra pregunta si que amerita una reflexión, un ciudadano de otro país latinoamericano podría estudiar en la Universidad de Carabobo siempre y cuando pueda efectuar la revalida de su título de bachiller. Es claro que asignaturas como geografía o historia no tienen el mismo contenido en todos los países, no obstante, ¿qué tan sencillos son estos tramites de revalida de títulos de bachiller para un extranjero interesado en cursar estudios superiores a distancia en Venezuela?. Quizá no sean precisamente los trámites con mayor celeridad. Pero no deja de ser interesante que esa posibilidad sea meditada por los hacedores de políticas públicas.





Miremos el contexto continental y veamos las oportunidades: 1) sabemos por muchos de nuestros conciudadanos en el extranjero que los estudios universitarios por lo general son costosos en el resto de Latinoamérica, 2) sabemos que el diferencial cambiario provoca que los costos de los estudios universitarios en Venezuela sean, desde la perspectiva extranjera, mucho más económicos, 3) sabemos que la Universidad venezolana atraviesa una grave crisis presupuestaria y el Estado no tiene disposición para resolver ese predicamento. Amigo lector, estos condicionantes previos me hacen tener esta idea: El ingreso de estudiantes extranjeros a estudios universitarios en Venezuela, a los cuales si se les pueda cobrar una matrícula, podría significar una fuente de ingresos, en dólares, para nuestras necesitadas casas de estudio. Ese es un escenario donde todos ganan. La educación venezolana ha sido bien apreciada, gracias a la diáspora, en muchos países y con la adecuada estrategia de marketing podemos lograr aprovechar un interesante mercado.

Ahora bien, pisando tierra, se requerirían algunos cambios administrativos que permita a los ciudadanos extranjeros cumplir con la documentación requerida para formalizar su inscripción. Los hacedores de políticas públicas podrían hacer mano de la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos vigente y, a nivel del Ministerio competente, crear la hoja de ruta procedimental para que un bachiller chileno, peruano, panameño o colombiano pueda revalidar su titulo de secundaria y poder presentar su documentación para acceder a la educación superior venezolana a distancia. El cobro de matrículas para esos estudiantes extranjeros puede permitir a las universidades contar con una nueva fuente de ingresos. Cuestión para meditar ¿no?.

Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica