¿Es posible que el calor del cuerpo humano se convierta en energía eléctrica?

Yagi Studio Getty Images.

 

Una joven e innovadora empresa suiza ha desarrollado una tecnología que transforma el calor del cuerpo en electricidad. ¿En un futuro podremos cargar nuestros dispositivos con la energía que producimos de forma natural – y además gratuita– cada día?

Por swissinfo.ch / Luigi Jorio 





Olvidémonos por un momento las energías solar, eólica, hidroeléctrica y la biomasa: ¿y si las fuentes renovables del futuro fuesen… los seres humanos? Todos sabemos que nuestro cuerpo genera calor. Nos damos cuenta de ello, sobre todo, cuando estamos en la cama con fiebre o después de realizar un esfuerzo físico. Es, además, esta capacidad endotérmica la que nos distingue de los reptiles y otros animales de sangre fría.

Menos conocido es que el calor humano puede ser recogido y convertido en electricidad. La idea no es nueva, pero solo en los últimos años la investigación ha desarrollado dispositivos de alta tecnología que tienen una aplicación práctica en el mercado. Por ejemplo, en el sector de las tecnologías ponibles (wearable technology), como los relojes inteligentes y las pulseras de actividad , y en el campo médico.

Una empresa derivada (spin-off) de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich quiere hacerse un hueco en este mercado de vanguardia. “Siempre tuve el deseo de crear algo con un fuerte potencial y me decanté por el sector tecnológico”, explica a SWI swissinfo.ch Franco Membrini, fundador y consejero delegado de Mithras. A pesar de tener un master en historia, le picaba el gusanillo de aprovechar el calor del cuerpo humano, vislumbrando desde el principio “el gran potencial de esta forma descentralizada de producir electricidad”.

El 10% de la energía mundial proviene del cuerpo humano

La energía térmica que desprende constantemente el cuerpo humano corresponde en promedio a la de una bombilla de 100 vatios. “Cada día, un adulto libera una media de tres kilovatios hora de energía, una cantidad que podría hacer funcionar un televisor LCD durante 30 horas”, dice el joven empresario. Y explica que el cuerpo humano es una central eléctrica móvil que proporciona energía a través del movimiento y el calor.

Leer más en swissinfo