Jessica Camilleri ha recibido una sentencia de 21 años y siete meses por el brutal asesinato por decapitación de su madre Rita en 2019.
La criminal sollozó y luego las personas en la sala del tribunal aplaudieron por la larga sentencia, la juez declaró que la joven de 27 años no merecía una concesión por su discapacidad mental.
Por News
Traducción libre de lapatilla.com
La juez Helen Wilson comentó que debido a la naturaleza “extrema” de los crímenes de Camilleri, “se requiere una sentencia severa”.
En el juicio detalló cómo Camilleri apretó y pinchó el globo ocular de su madre después de quitárselo y participó en “actos de decapitación y canibalismo” después del asesinato.
La Corte Suprema de Nueva Gales del Sur escuchó que se había entregado a tal “curiosidad macabra” al manipular las partes del cuerpo de su madre después de decapitarla que su crimen fue uno de los “ejemplos más graves” de homicidio involuntario, según escuchó su audiencia de sentencia el viernes.
Jessica Camilleri fue condenada a cumplir un período sin libertad condicional de al menos 16 años y dos meses.
La jueza Helen Wilson descubrió que Camilleri había practicado una “depravación grave y mutilante” cuando mató y decapitó a su madre Rita, de 57 años, en julio de 2019.
Camilleri incluso atacó a las prisioneras desde su encarcelamiento, arrojando té caliente a una reclusa, no se arrepintió del asesinato.
Después del brutal asalto y dejó caer la cabeza de su madre dos veces en la acera frente a su casa, Camilleri había mostrado solo preocupación por ella misma y por su bienestar futuro, no por su madre, escuchó el tribunal.
Había matado a su madre en un ataque de ira para evitar que la enviaran al hospital para recibir tratamiento psiquiátrico después de una serie de actos, entre ellos amenazar con “destrozar” las cabezas de extraños.
Al condenar a Camilleri por matar a su madre en 2019, la jueza Helen Wilson descubrió que había cometido “una forma de homicidio tan grave como fuera posible”.
“Ella entendió la naturaleza de su acto cuando apuñaló a su madre y claramente sabía que estaba mal. Ella … entendió completamente la naturaleza y la gravedad de sus acciones”, aclaró Su Señoría.
Rita Camilleri, cuyo cuerpo tenía más de 90 heridas defensivas en sus manos, “debe haber estado en un dolor extremo y tanto sorprendida como aterrorizada por lo que le estaba haciendo su propia hija amada”, encontró el juez Wilson.
Esto se agravó con la presencia de una niña de cuatro años, conocida solo como Niño A, a quien Jessica se refirió como “el pequeño bastardo” quien había luchado y herido, la niña salto sobre ella y trató detenerla.
Rita Camilleri había sucumbido al ataque de su “hija mucho mayor” después de llamar a una ambulancia tras una serie de incidentes “profundamente preocupantes”. Estos incluyeron amenazas de decapitación a extraños que Jessica llamó al azar, diciendo “iré a tu casa con un cuchillo en la mano … y te destrozaré la cabeza hasta el cuello”, escuchó el tribunal.
Camilleri fue acusada originalmente de asesinato, pero un jurado la declaró culpable de homicidio en diciembre pasado.
Rita Camilleri murió en un brutal asalto en la casa que compartía con Jessica durante la noche del 20 de julio de 2019.
Madre e hija habían cenado en un restaurante antes de que Jessica se volviera contra Rita, quien había planeado que llevaran a su hija a atención de salud mental.
Jessica arrastró a su madre a la cocina por el pelo, la atacó con cuchillos de carne, la decapitó y le quitó la lengua, los ojos y la nariz.
El juicio se revelaron las pruebas policiales horribles y gráficas, en un video de la cámara corporal en la escena del crimen. Durante una entrevista policial con Jessica Camilleri, se le veía el rostro cubierto con la sangre de su madre y las manos en bolsas.
Camilleri estaba bajo custodia desde que fue arrestada, cubierta de sangre y parada cerca de la cabeza de su madre que había dejado caer en un sendero frente a la casa de un vecino.
Su juicio fue reproducido en una salvaje grabación policial en la que se le oye decir: “La cabeza de mamá está en el camino ¿No pueden coserle la cabeza?”.
Luego, Jessica Camilleri le contó a los oficiales cómo ella “le cortó la cabeza con un cuchillo” y luego les pregunta continuamente si la cabeza puede volver a coserse o si pueden hacer algún milagro para devolverle la vida a su madre:
“La cabeza de mi madre está en el cemento allá. ¿Puedes devolver la vida a alguien si no tiene cabeza? ¿Puedes devolverla a la vida? Fue como desde el cuello y la parte de atrás de mi cuello … ¿estás seguro de que no podrás devolverla a la vida?”
Cuando un oficial le dice que no, ella continúa: “¿Puedo preguntarte si mi mamá está muerta? ¿No puedes devolverla a la vida? ¿La encontraste? … Está en el camino. ¿No recibiré la pena de muerte ni nada? ¿Puedo preguntarte si encontraron la cabeza? ¿Se ha ido, no puedes traerla de vuelta?”
“No hay nada que puedas hacer, ¿ella está muerta? ¿No pueden reiniciar su corazón? ¿Por que sé que los médicos pueden hacer milagros que no pueden volver a coserle la cabeza?”, continua la mujer de 27 años.
Mientras que el oficial de policía le responde: “Eso es un poco exagerado”.
Camilleri reitera si “¿Las enfermeras no pueden hacer un milagro y traerla de regreso? Creo que le salieron los ojos y la lengua. Pensé que los médicos pueden hacer cirugías milagrosas y volver a poner la cabeza. ¿No?”
En el juicio también se reveló una entrevista policial con Camilleri el día después de la muerte de su madre.
En la entrevista, Camilleri comenta de su madre, “se le cayó en la lucha” y cuando abandonó el lugar, tenía dos teléfonos móviles en la mano izquierda y la cabeza de su madre en la otra.
La patóloga forense, la Dra. Jennifer Pokorny, descubrió que en su autopsia de Rita Camilleri, la mujer de 57 años había sufrido heridas monumentales.
Pokorny afirmó al tribunal que Rita había sufrido “innumerables. al menos 100 puñaladas en la cabeza y innumerables puñaladas superpuestas asociadas con la decapitación en el cuello”.
Ella había muerto por “múltiples puñaladas con decapitación” en la vértebra C2 en la parte superior de su cuello. En la audiencia de sentencia de Camilleri el mes pasado, se escuchó su angustiosa llamada a la policía.
En la llamada, reproducida durante el juicio de Camilleri, se le puede escuchar pidiendo que se envíe a la policía y una ambulancia a la casa para responder a una “situación de vida o muerte”.
Ella le pasa el teléfono a un vecino desconcertado que habla brevemente con el operador antes de que Camilleri, aparentemente coherente, para explicar la situación.
“Mamá ha tenido suficiente de mí porque admito que he sido un desafío y es que esto ha estado sucediendo durante meses. De todos modos ella tenía suficiente de mí, me agarró del pelo y me arrastró desde mi habitación hasta la cocina. Cogió un cuchillo y trató de apuñalarme con él, agarré el cuchillo y pensé que me iba a apuñalar, así que la apuñalé por la espalda y estaba tan acalorado por la ira que seguí apuñalando y apuñalando y apuñalándola y le arranqué la cabeza”, aseguró Jessica.
El juicio escuchó que Camilleri sufría de varias enfermedades mentales cuando mató a su madre.
Ella le diría a la policía que tuvo la idea de decapitar a su madre, que era su única cuidadora, “de las películas” que veía obsesivamente, incluidas Texas Chainsaw Massacre y Jeepers Creepers .
Su hermana mayor, Kristy Torrisi, pronunció una emotiva declaración de impacto de víctima, diciendo que su madre fue “asesinada como si no fuera nada”.
“No le deseo este dolor a nadie. Mi corazón siente un dolor increíble día tras día”, lamentó Kristy.
Kristy Torrisi criticó la negativa de su hermana a aceptar la ayuda de la familia y los médicos, diciendo que fueron las propias decisiones de Camilleri las que “la llevaron aquí”.
“Mi madre me fue arrebatada por las manos egoístas de mi propia hermana. La mataron y masacraron como si no fuera nada, todo por un ataque de rabia. Las secuelas de los hechos que ocurrieron ese día me han dejado a mí, a mi familia, a mi hijo ya cualquiera que haya tenido el privilegio de conocer a mi madre en absoluta pérdida”, declaró Kristy Torrisi.
“Nunca perdonaré (a Jessica), ni olvidaré una sola cosa de esa noche, porque Jessica era muy consciente de la ayuda que toda nuestra familia le brindó y trató de brindarle desde una edad temprana”, aclaró Kristy Torrisi.