EEUU se repliega ante escalada del Covid-19, mientras Europa comienza a relajar restricciones

EEUU se repliega ante escalada del Covid-19, mientras Europa comienza a relajar restricciones

Un pasajero camina por detrás de un cartel que indica la ubicación de un centro de testeo de Covid-19 en el aeropuerto de California. Foto: REUTERS/Lucy Nicholson

 

 

En su lucha por controlar cifras récord de contagios por covid-19, Los Ángeles cierra desde este miércoles sus bares y restaurantes en la víspera del Día de Acción de Gracias, mientras varios países de Europa comienzan a suavizar las restricciones de cara a las festividades navideñas.





La decisión tomada por la segunda ciudad más grande de Estados Unidos estará vigente durante al menos tres semanas en las que su secretario de Salud urgió igualmente a los ciudadanos a evitar las grandes reuniones familiares.

“Es importante decir ‘no’, incluso cuando se trata de las personas más próximas de nuestra familia”, afirmó el doctor Mark Ghaly, añadiendo que había excluido a su madre de una celebración prevista.

Las autoridades sanitarias estadounidenses llamaron, por primera vez, a sus ciudadanos a que no viajen para celebrar esta festividad en la que las familias suelen reunirse alrededor del pavo y la salsa de arándano.

Con el país enfrentando un creciente número de casos y muertes, los planes para distribuir la vacuna se van acelerando.

Más de seis millones de dosis de la vacuna contra el covid-19 de Pfizer-BioNTech estarán disponibles en la primera semana desde que obtenga la autorización de emergencia, esperada el próximo mes, y 40 millones antes del fin de diciembre, según las autoridades.

En tanto, Estados Unidos registró más 86.000 hospitalizaciones por coronavirus el martes, un récord, así como 167.000 nuevos casos y más de 2.000 muertes.

Mientras el gigante norteamericano lidia con su crisis, algunos países de Europa atisbaban una relajación de las restricciones de cara a las fiestas de Navidad, en momentos en que la segunda ola de contagios comienza a decaer tras semanas de confinamientos.

Pero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió contra un aflojamiento precipitado.

“Debemos aprender del verano [boreal] y no repetir los mismos errores, relajándonos demasiado rápido”, recordó el miércoles.

En un mensaje televisado en la noche del martes, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que las tiendas podrían reabrir el sábado y que las órdenes de permanecer en casa a nivel nacional se levantarán a partir del 15 de diciembre, aunque seguirá el toque de queda nocturno.

Las autoridades británicas anunciaron también que las restricciones a los encuentros sociales y los viajes podrían ser flexibilizadas en Navidad.

– Señales confusas –

En otras partes de Europa, 16 estados alemanes acordaron suavizar ligeramente los límites de contacto social en Navidad, pese a que los casos se acercan al millón allí. Los líderes regionales acordaron limitar las reuniones a 10 personas durante el feriado del 23 de diciembre al 1 de enero, el doble del umbral para el resto del mes.

En Australia, Nueva Gales del Sur, el estado más poblado del país, flexibilizó las medidas de distancia social y permitió a los empleados regresar a sus lugares de trabajo, después de tres semanas sin ningún caso de transmisión local de covid-19.

Singapur, que ostenta una de las tasas de muertes por el virus más bajas del mundo, anunció de su lado que no tiene focos activos en el país, por primera vez desde que el brote llegara a comienzos de año.

Y también llegaron buenas noticias desde China, que apenas registró cinco nuevos casos de coronavirus el martes, todos importados, según las autoridades.

Las señales esperanzadoras que llegan de Asia se vieron, sin embargo, empañadas por la segunda ola que golpea a Pakistán, donde las unidades de cuidados intensivos bordean ya su capacidad máxima, o Japón, que experimenta cifras récord de casos empujando a las autoridades de Tokio a pedir a sus ciudadanos que eviten salidas innecesarias.

Más de 1,4 millones de personas han muerto a causa del virus en todo el mundo y la cantidad de contagios roza ya los 60 millones, según la Universidad Johns Hopkins.

– Marcas profundas –

Varias vacunas se encuentran en pruebas en el mundo, con las candidatas de Moderna, AstraZeneca/Oxford y Pfizer-BioNTech encabezando la carrera.

Reino Unido, Francia, Austria y España ya se han comprometido a comenzar las vacunaciones a comienzos de 2021 como muy tarde.

En América Latina y el Caribe, la región con más muertes por covid-19, con 438.000 y más de 12,5 millones de casos, México podría recibir en diciembre las primeras vacunas desarrolladas por Pfizer y BioNTech si los procesos para su aprobación cumplen los plazos previstos, según anunció el martes su canciller.

En Argentina, la vacunación podría arrancar en enero, tal y como adelantó el martes el ministro de Salud de uno de los países con mayor tasa de letalidad del mundo por covid-19.

El Salvador, por su parte, anunció un acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca para el suministro de dos millones de dosis de la vacuna a partir del primer semestre de 2021.

Las consecuencias de la pandemia, sin embargo, dejan ya profundas marcas en países centroamericanos como Honduras, donde un millón de niños y adolescentes abandonaron las aulas este año por la suspensión de las clases y el confinamiento, según un estudio.

Incluso cuando las vacunas estén disponibles, cualquier regreso a la normalidad para una economía global arrollada por el virus parece todavía muy lejano.

Pese a todo, el optimismo traído por los avances científicos ha dado un poco de aire a unos ciudadanos agotados por meses de pandemia en todo el mundo y ha motivado las bolsas.

Los mercados asiáticos subían el miércoles tras el alza la víspera de Wall Street y el alivio de la incertidumbre política en Estados Unidos tras el comienzo de la transición entre el gobierno de Donald Trump y el presidente electo, Joe Biden.

AFP