Presos políticos y sus familiares contaron sus desgarradores testimonios

Presos políticos y sus familiares contaron sus desgarradores testimonios

Uno de los testimonios presentados fue el de Renzo Prieto. Foto archivo: EFE/ Rayner Peña R

 

Presos políticos y sus familiares contaron este jueves 22 de octubre sus desgarradores testimonios en el foro “Las víctimas hablan”, encabezado por el Comisionado Presidencial para los DDHH y Atención a las Víctimas, Humberto Prado.

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La reunión contó con la participación de los embajadores Gustavo Tarre y Carlos Vecchio, quien agradeció a Renzo Prieto, Meudy de Albán y Molly de la Sotta por alzar la voz en nombre de muchas víctimas que han sido afectadas por la violación de los derechos humanos.

“Ustedes son para nosotros una fuerza fundamental para seguir en la lucha”, destacó.

Por su parte, Tarre enfatizó que en el país hay una política de Estado en el sentido de reprimir, asesinar y torturar. “Es muy importante que la comunidad internacional conozca todo esto”, agregó.

El testimonio de Renzo Prieto 

Relató que estuvo en dos del las prisiones más temidas: El Sebin y en una sede de las Faes. “La maldad reina en cualquiera de esas sedes”, expresó Prieto.

“Solo tenía permiso para salir al baño, pero no siempre. A veces tenía que esperar días para ir al baño”, lamentó.

Aunado a esto, no tenía derecho a la comida o al agua, a menos que se lo facilitaran familiares. Aseguró que recibió amenazas de muerte “si ocurría algo en el país”.

Testimonio de Molly de la Sotta

La Hermana del capitán Luis De La Sotta, Molly de la Sotta, manifestó que en su caso se identificaron patrones de violación de DDDH, que incluyen desaparición forzada a corto plazo, detención arbitraria, tortura y tratos crueles.

“Mi hermano permanece encerrado en una celda insalubre… Entre cuatro torturadores, le esposaron las manos hacía atrás, apretando fuerte sus muñecas hasta romper su piel, le cubrieron la cabeza y por cuatro días estuvo en el piso de un cuarto de tortura que llaman “El tigrito” -ubicado en la Dgcim-, lo golpearon con palos de madera y le aplicaron asfixia mecánica, le limitaron la comida, agua y acceso al baño”, detalló.

Querían que se declarara culpable de conspirar un presunto golpe de Estado que evitaría las elecciones presidenciales. “Admitió haber sido torturada ante la jueza, y esta le respondió que no era de su competencia”, continuó.

“Pasa varios meses sin ver la luz y solo se puede bañar una vez por semana”, sumó.