La pandemia provoca cambios radicales en los hábitos de trabajo

 

Mucho trabajo es factible realizarlo desde la casa y además muchas personas prefieren hacerlo desde allí. Esto por supuesto no significa la desaparición de la oficina física, pero si implica que ha nacido un gran debate.





Especial de Laszlo Beke

La cuarentena ha llevado mucho esfuerzo fuera de la oficina y ahora que los países han comenzado a relajar esas medidas, muchas personas siguen evitando las oficinas, incluso cuando los colegios ya operan facilitando la situación para los padres en su casa. Por supuesto, esto seguramente se debe al miedo residual al Covid19 y a la inconveniencia de las oficinas con capacidades reducidas. Hasta que no termine el distanciamiento social esa continuará siendo la realidad de las oficinas.

Trabajo remoto y productividad

Pareciera que trabajar desde la casa hace más felices a muchas personas: el promedio de duración de las reuniones ha disminuido y no es necesario viajar hacia y desde la oficina. Esta dicha por el trabajo remoto podría estimular mayor productividad y en la mayoría de los países el trabajador promedio reporta, que bajo cuarentena, logró hacer más que en la oficina. Sin embargo, bajo las condiciones actuales es difícil tener seguridad sobre cuál de los dos formatos de trabajo es más eficiente. Seguramente hay personas que han aumentado su esfuerzo por el temor de perder su puesto de trabajo. Para el momento, la mayoría de los estudios recientes han dependido de los auto-reportes de productividad, y por ello la data generada no es la más confiable. Las investigaciones realizadas previo a la pandemia indican que una tercera parte de la mejora de la productividad se debió a la existencia de un ambiente más tranquilo y el resto al hecho que las personas trabajaban más horas. Entre otros detalles, se desplomaron los días de licencia por enfermedad.

Limitantes previas del Trabajo-Remoto

Había factores que posiblemente impedían que ocurriera el crecimiento del trabajo remoto, los cuales necesariamente fueron obviados con la pandemia. La experiencia de la cuarentena ha acelerado las tendencias previamente existentes:

Información – Las empresas simplemente desconocían si la agrupación de personas en la oficina era esencial o no.
Coordinación – Una decisión unilateral de moverse al trabajo-remoto por parte de una sola empresa posiblemente hubiera creado extrañeza o dudas desde la perspectiva de sus clientes o proveedores.
Inversión – Los costos fijos asociados a una decisión de mudanza de trabajo desde la oficina al enfoque remoto también era un elemento disuasivo para las empresas.

La futura popularidad del trabajo remoto

Mucha de la popularidad futura del trabajo remoto post-pandemia dependerá de la negociación y acuerdo entre empresa y trabajadores, así como también del hecho que las empresas se terminen convenciendo de la productividad del esfuerzo remoto. Asimismo, es importante recordar que no todo es placentero en el trabajo remoto. La duración promedio del día de trabajo es 50 minutos más que antes y la gente tiende a enviar más correos electrónicos fuera de horas de oficina. La satisfacción del trabajo remoto también exige disponer del espacio y las condiciones apropiadas para el trabajo en el hogar.

Finalmente, hay roles que necesariamente tienen que ser presenciales, no todos tienen la habilidad para trabajar remotamente, aun cuando lo quieran hacer y también está por probarse la sostenibilidad de los beneficios del trabajo remoto a través del tiempo.

La oficina para el desarrollo de nuevas ideas

Un reto para las empresas será encontrar formas de preservar e incrementar la felicidad e innovación de su personal, en la medida que el trabajo remoto pase a convertirse en un formato estándar. Una posible opción es traer a todos a la oficina por unos días en forma mensual. De esta manera, los empleados dedicarían bloques de tiempo al desarrollo de ideas con sus colegas.

El trabajo remoto más frecuente demandará el uso de nuevo hardware y la transformación de la infraestructura. Actualmente, la mayoría de las empresas tienen centros de datos propios que han probado ser menos eficientes cuando hay trabajo remoto. Se estima que en el período 2019-2025 la inversión en infraestructura tradicional de data disminuirá un 3%. En su lugar, las empresas probablemente harán gastos en tecnología que permita a todos sus empleados replicar una experiencia similar (por ejemplo, cámaras y micrófonos de calidad). Los analistas tecnológicos más visionarios esperan que dentro cinco años, las personas puedan colocarse un casco de Realidad Virtual y realizar inmersión en la oficina virtual.

Legislación laboral

En el presente es imposible predecir si para los trabajadores remotos será más fácil o difícil negociar con sus empleadores aumentos de sueldos y mejoras en sus condiciones, aun cuando no aparenta ser muy atractiva la idea de discutir un aumento por video conferencia. No deben estar muy alejadas las batallas sobre las responsabilidades de los empleadores con sus trabajadores remotos. Aparecerán las preguntas sobre si la empresa debería asumir el costo de la conexión de internet, del aire acondicionado o de la calefacción? Ya se escuchan voces que piden al estado una mayor protección al trabajador remoto, así que deberíamos esperar cambios significativos en las legislaciones laborales en el futuro.


Se hace referencia a Covid-19 has forced a radical shift in working habits. También aparece en mi blog https://bit.ly/369Nms7