La “mansión Playboy” de Nacho Vidal donde hacía ritos chamánicos

La “mansión Playboy” de Nacho Vidal donde hacía ritos chamánicos

Nació en Mataró (Barcelona) hace 46 años pero Ignacio Jordá González, más conocido como Nacho Vidal, se crió en Enguera. En esta localidad valenciana, a 20 minutos de Xátiva, tienen desmitificado al actor porno más conocido de nuestro país tras haber rodado más de 600 películas y haber logrado triunfar en la complicada industria del cine X.

Por larazon.es





«Aquí es un tipo de lo más normal, no va de estrella; si acaso, es un poco fantasma. De lo que decía que iba a montar ahí en su finca a lo que al final fue… va un gran trecho», dice un conocido de su quinta. En este pueblo su familia montó una empresa textil y su tía aún conserva una yeguada. Muy cerca de ahí, justo detrás del cementerio del pueblo, la «porn star» decidió comprar hace unos ocho años un terreno para construir una casa a su antojo. Aunque alguna vez confesó que ser una estrella del porno le saturó, por su mente no pasaba entonces retirarse a este rinconcito del macizo del Caroche para llevar una vida alejado de todo aquello.

Él pensaba (o eso decía) convertir aquella parcela en una especie de «mansión Playboy a la valenciana» con conexión en directo las 24 horas a un canal digital: un Gran Hermano porno. «La idea es recibir mujeres día sí y día también y que la gente se pueda conectar para ver qué hace Nacho Vidal con sus amigas», dijo en una entrevista a Efe en 2012. Pero el proyecto no llegó a cuajar y la deriva de la vivienda, con su intento de piscina infinity, sus líneas minimalistas y con su decoración «thai» incluida, fue por los mismos derroteros que la vida del propietario. El currículum de Vidal da para mucha literatura: fue legionario en Melilla, boxeador, y a los 21 comenzó a trabajar en la famosa sala Bagdad de Barcelona. Lo hizo, según contó en su día, para sacar de la prostitución a su entonces pareja, Sara Bernat.

Después vendrían sus años dorados en el cine X y hasta montó su propia productora. Participó en el reality «Supervivientes» y creó una tienda online de productos eróticos: preservativos con su nombre, lubricantes, una colonia que se llama «Twenty five» en referencia al tamaño de su pene y hasta vibradores hechos con el molde de sus genitales por 47 euros. Uno de los primeros golpes policiales que se llevó fue precisamente con la importación de estos productos de China. Vidal fue imputado en la «operación Emperador» por blanqueo a través de su productora y se le relacionó con Gao Ping, el cerebro de la trama, pero él aseguró que, a través del magnate chino, solo importó 13.000 penes de látex.

La polémica siempre ha rodeado al actor porno. Hace tres años dijo que había abusado de él un médico colombiano y el año pasado trascendió que tenía VIH. Él lo negó pero sí admitió haber arrastrado problemas de adicciones hasta actualidad. Concretamente, hasta que algo le «transformó» y le alejó de esa vida de superficialidad para adentrarse en su faceta más espiritual.

«He visto a Dios»

Según explica en un video colgado en YouTube, era adicto «a todo lo que creara adicción»: cocaína, alcohol, café, azúcar… «Le echaba sal hasta al plátano». «Mi vida era una mierda, la única manera de conectarme con la felicidad era drogándome. Tengo dos hijos y ni siquiera eso me hacía feliz». Todo cambió cuando un amigo que estaba enganchado a la base le contó que había tomado «una medicina» con la que se había desenganchado. Era bufotenina, una sustancia extraída de las glándulas parótidas de una especie de sapo: el «bufo alvarius», endémico del desierto de Sonora, situado entre México y Arizona. Tras fumar este alucinógeno, que también se comercializa en su forma sintética: dimetiltriptamina, conocida como DMT (5-Me0-DMT) o «molécula de Dios», el consumidor experimenta un «viaje» de unos 20 minutos que, según las antiguas civilizaciones americanas, tenía efectos curativos. Vidal explica que le llevaron a una casa de Ibiza, le dijeron que abriera los brazos mirando al sol e inhaló el humo que salía de una pipa de cristal. «Antes de terminar de inhalar, desconecté. No se dónde estuve ni cuánto tiempo. Me levanté muy callado. Algo me decía que tenía que volver ahí para entender lo que había pasado. La segunda vez me hizo revolverme: mil alma salió, mi cuerpo se convirtió el luz. Yo era el universo, era el todo». El actor asegura que desde entonces no ha vuelto a tomar ningún estupefaciente. «Me volví agresivo con mis amigos porque ¡yo había visto a Dios! ¡Tenía el santo grial! A todo el mundo le insistía: ¡Tienes que ver esto! Quieres que todo el mundo a tu alrededor abra los ojos. ¡He estado toda mi vida con los ojos cerrados y de repente he fumado un sapo y los he abierto! Recomiendo a todo el mundo que lo pruebe». Es probable que ahora Nacho Vidal se arrepienta de haber grabado este video hace tres años y que tiene casi 400.000 visualizaciones. Porque los investigadores creen que ese «despertar» le habría empujado a organizar en su finca (y cobrar por ello) este tipo de rituales, conocidos en estos círculos de gente que busca experiencias místicas con ayahuasca. La Guardia Civil habría llegado a esta y otras conclusiones para poder imputarle un homicidio imprudente y proceder a su detención el jueves de la semana pasada, según avanzó en exclusiva el diario «Levante».

“El llevó las escamas”

La investigación comenzó tras el fallecimiento del fotógrafo de 49 años José Luis Abad hace casi un año, que había colaborado con revistas como «Vogue». Según explica el abogado de Vidal, Daniel Salvador, fue el fotógrafo quien llevó la sustancia a la casa del actor en Enguera después de haber «insistido mucho» en quedar con él. «Fue una prima de Nacho, amiga de este hombre, quien les puso en contacto. Él ya lo había probado pero le apetecía tomarlo con alguien que supiera del tema y es público que Nacho sabe». Según su versión, tras acordar la cita, Abad habría llegado en su coche sobre las 10:00 horas con las escamas de sapo y una botella de vino con la intención de comer allí y pasar el día con el actor, la prima de éste y el cuidador de la finca. Según el letrado, todo lo que pasó aquella mañana del 28 de julio de 2019 queda registrado por las cámaras de seguridad que su cliente tiene instaladas en la finca y porque el propio Abad quiso que le grabaran durante el trance.

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