Lavon Gates quiere que todos sepan que su hijo vivió para hacer felices a las personas. Brandon Robinson de Lauderhill tenía solo 34 años cuando murió de COVID-19 la semana pasada. Dos de sus hermanos también contrajeron el virus, pero ahora ambos son estables.
“Quiero que la gente sepa que esto es serio”, dijo la madre de Robinson.
Robinson, la fatalidad más joven en el condado de Broward, es una de las minorías en crecimiento que no solo contraen el virus, sino que también mueren a causa de él.
Según las últimas cifras del médico forense del condado de Broward, un poco más de la mitad de los fallecidos por COVID-19 han sido personas de color, y casi un tercio de esas muertes involucraron a afroamericanos.
Los últimos números del médico forense del condado de Miami-Dade mostraron un desglose similar.
Tangela Sears, una activista comunitaria en el sur de Florida, está preocupada de que algunas personas no estén prestando atención a todas las advertencias.
“No veo que algunas personas lo tomen tan en serio como es”, dijo Sears. “Mis preocupaciones son las actividades que sigo viendo en mi comunidad. Reuniones familiares, fiestas. Lavado de autos.
El cirujano general de los Estados Unidos, Jerome Adams, dijo el viernes que el problema puede agravarse por los problemas socioeconómicos actuales y la falta general de atención médica.
“Las personas de color tienen más probabilidades de vivir en áreas densamente pobladas y en situaciones de vivienda multigeneracionales, lo que puede crear un mayor riesgo de propagación de una enfermedad altamente contagiosa, como COVID-19”, dijo Adams.