Así viven las trabajadoras sexuales de España en tiempo del coronavirus

Imagen del club Flowers, en Madrid, tomada la semana pasada. / DAVID CASTRO

 

Las mujeres prostituidas son las “olvidadas” de la crisis del coronavirus. Los datos oficiales calculan que son unas 50.000 en España, la mano de obra de un negocio mafioso que mueve unos cinco millones de euros cada día. La crisis del coronavirus las ha hecho “mucho más invisibles”, según Rocío Mora, coordinadora de Apramp (Asociación para la Reinserción de la Mujer Prostituida), la ONG que trata de rescatarlas y darles una nueva vida. El año pasado, las Fuerzas de Seguridad identificaron a casi 12.000 mujeres en situación de riesgo.

Por: El Periódico





Unas dos mil de esas mujeres, según estimaciones de las ONGs, viven todavía dentro de los clubs donde son explotadas. Todos están cerrados, sus neones de colores apagados, pero desde las carreteras se ven algunas luces encendidas en sus habitaciones. Casi todas son extranjeras. No tienen dónde ir. A algunas las están echando a la calle. El encargado de uno de esos locales admite que desde el cierre por el coronavirus “se han ido” 13 mujeres y “siguen dentro diez”, que cuentan, según su versión, con “una cocinera que va a hacerles la comida y la cena y vigilantes 24 horas”.

“Fiestas privadas para puteros”:

En los clubs, las mujeres pagan “la diaria”, una cantidad entre “50 y 65 euros al día” por cama y comida. Estas semanas no hay clientes, de forma que ellas no generan dinero para las redes. “Su deuda con las mafias va subiendo, porque no tienen casi clientes”, explica Ana Estévez, coordinadora de la Unidad de Rescate de Apramp. Estévez matiza el “casi” en estos tiempos de confinamiento: “hemos tenido noticias de que algunos clubes están haciendo fiestas privadas para puteros”. En un hotel cercano al polígono Marconi, en Madrid, asegura, los proxenetas rumanos vigilan a las mujeres en las habitaciones, a la espera de poder retomar el negocio cuando la epidemia remita.

Una explotada, 600 euros al día:

Esta rescatadora de mujeres prostituidas les envía información sobre la APP de Sanidad para que comprueben si tienen síntomas del virus. Cree que lo mismo está ocurriendo en los miles de pisos dedicados a la trata sexual, especialmente en barrios de clase trabajadora que no estén muy alejados del centro de la ciudad. En Madrid hablamos de “Vallecas, Tetuán, Ventas”, según datos de las ONGs. “Las mujeres son una inversión para ellos. Cuatro o cinco mujeres explotadas pueden darles a ganar 3.000 euros al día, por eso a muchas no las dejan irse”, añade Ana Estévez. Además, la mayoría de esas mujeres tienen una deuda con la red de la que responden familiares suyos (madres, hermanas, hijos) que viven en su país y a los que envían dinero cada mes.

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