Los pensionados, los más afectados por el cierre de los bancos por el coronavirus en Venezuela

Los pensionados, los más afectados por el cierre de los bancos por el coronavirus en Venezuela

Una mujer usa una máscara facial como medida preventiva contra la propagación del nuevo coronavirus, COVID-19, en Caracas, el 17 de marzo de 2020. – Las personas en Caracas, cansada por la crisis, se despertaron el lunes con una “cuarentena colectiva” después del presidente Nicolás Maduro ordenó a los seis millones de habitantes de la capital venezolana que se quedaran en casa para frenar la propagación del coronavirus. (Foto por Cristian HERNANDEZ / AFP)

 

El gobierno recomendó mediante redes sociales que los adultos mayores el uso de los canales electrónicos de la banca, como medida de prevención al contagio del Corona Vuris en agencias bancarias. Esta acción no fue recibida con agrado por pensionados y por grupos de la sociedad civil que trabajan con adultos mayores.

Para el profesor Edgar Silva, coordinador del Comité de DDHH para la defensa de los pensionados, jubilados, adultos mayores y personas con discapacidad, “nuestros retirados que no posean tarjetas de débito, cuenta electrónica, teléfono inteligente o computadora van a estar muy castigados. Es cierto que la pensión miserable que venían recibiendo para comprar uno o dos productos de la cesta básica alcanza para muy poco, pero muchos resolvían algo cobrando en las taquillas bancarias una porción en efectivo. Esta cuarentena bancaria está mal diseñada”.





Añadió que “buena parte de nuestros abuelos están solos en el país debido a la enorme diáspora de casi cinco millones de venezolanos; ahora están más desprotegidos qué nunca”.

Dijo que el grupo que representa organizará protestas en redes sociales para “concientizar al gobierno de Maduro de la aplicación de proyectos que permitan garantizar que esté grupo tenga acceso a los servicios públicos y a la salud”.

Los grandes perdedores

Por su parte, Luis Francisco Cabezas, director de la ong Covite, que trabaja con adultos mayores, explicó a Infobae que en Venezuela hay unos 3,800.000 de pensionados, “y de esa cifra hay más de 700.000 quienes no tienen tarjeta de débito que les permita pagar en puntos de venta. Hemos recaudado denuncias en todo el país que en los bancos públicos ya no se está emitiendo dinero plástico, lo cual representa una dificultad adicional en estos tiempos de cuarentena”.

Añadió que “el acceso a la tecnología tampoco es fácil para los venezolanos y mucho menos lo es para un adulto mayor. Los teléfonos inteligentes y las computadoras son muy costosas y es un peligro manejar un teléfono en la calle, si el jubilado tiene la suerte de contar con un dispositivo que le permita hacer pagos móviles o transferencias bancarias”.

Dijo Cabezas a este medio digital que “el gobierno no se ha ocupado de hacer campañas de educación financiera entre los jubilados y los más vulnerables quienes deberían familiarizarse con el uso de dispositivos móviles para hacer pagos o incluso para el uso de las tarjetas de débitos en los comercios. Hay muchos mitos en cuanto a los cobros de comisiones y pagos excesivos con tarjetas y eso forma parte de las informaciones que deben proporcionarse”.

Un tercer punto se relaciona con el acceso al efectivo. El director de la ong Convite señala que “los pensionados no cobran todo en efectivo, pero con lo poco que sacan de los bancos pueden hacer compras de alimentos más baratas. Recordemos que en Venezuela hay tres tipos de precios: los que marca el dólar, el del punto de venta y el efectivo en bolívares. En este caso, los grandes perdedores son nuestros adultos mayores”.

Para el sociólogo Edison Arciniega, director ejecutivo de la ong Ciudadanía en Acción, “el tema de la prestación eficiente y responsable de los servicios públicos en Venezuela es el primer problema que deben afrontar los venezolanos quienes quieran acceder a la banca electrónica en estos momentos de cierre de operaciones de los bancos en medio de la cuarentena”.

Explicó a Infobae que “la volatilidad en los servicios de electricidad e internet ponen muy cuesta arriba el pago de una pensión de sólo 3,4 dólares al mes a los pensionados, lo que representa el 5,4% de la población venezolana. Esto hay que gerenciarlo y resolverlo para que no se sume a las penurias cotidianas del venezolano y más en este momento de cuarentena”.

Añadió que “somos un país con un sistema energético deficiente, requerimos un mínimo de 18 mil megavatios por hora para funcionar y ahora tenemos 9 mil 300 megavatios. Ahora, con esta sequía tan fuerte por la cual transitamos hay menos pues el poco parque de generación termoeléctrica con el cual contaba Venezuela colapsó. En consecuencia, el uso masivo de la banca electrónica también puede fallar”.

Explicó Arciniega que “en esta contingencia mundial está más qué claro que Venezuela es vulnerable y en este estado de cosas puede potenciarse la crisis de los servicios públicos que nos afecte a todos, activos y jubilados. En este momento se impone la búsqueda de ayuda internacional juntos, aunque la dualidad de gobiernos que hay en Venezuela, el reconocido por buena parte del mundo y porque el manda internamente hace poco probable que esta ayuda se materialice”

Infobae estableció contacto con dos adultos mayores venezolanos. Glory Pereira y Carlos.

Pereira es residente de la comunidad popular de Caricuao, al oeste de Caracas. Aseguró que, si bien tiene tarjeta de débito, “no tengo posibilidad de adquirir un teléfono inteligente y mucho menos servicio a internet, así que eso de la banca electrónica no va conmigo. Tengo dos pensiones, la de edad y la del ministerio en el cual trabajé por 33 años, y entre las dos no llego ni a 600.000 bolívares (7,5 dólares). Yo puedo gastar eso en un solo día comprando algo de carne, hueveos y pollo, pero el problema es que los puntos de venta están dando error y no pasan los pagos; eso lo he vivido varias veces esta semana. Creo que Maduro se está lavando las manos, con lo poco que paga y con la orden de cierre de bancos, estamos peor que nunca”.

Por su parte, el señor Carlos habla con Infobae en un mercado de Caracas. Asegura que “cobro y gasto de inmediato para que la inflación no me siga comiendo la pensión, por eso vine a gastar hoy en punto de venta. No puedo hacer largas colas en los bancos para sacar la mitad de la pensión en efectivo y no pago transporte público porque solo voy a sitios cerca de mi casa a pie o mi hija de busca en su carro, pero entiendo que hay quien paga alimentos en efectivo más barato y eso hay que preservarlo. Maduro tiene que abrir las puertas de los bancos o mandar a ponerle billetes a los cajeros automáticos, así no podemos seguir”, dijo.

Por: Elizabeth Ostos // INFOBAE