Un formato ingenioso y partidos parejos marcan el éxito de la Liga de Naciones

Un formato ingenioso y partidos parejos marcan el éxito de la Liga de Naciones

El delantero inglés Harry Kane celebra el gol de la victoria ante Croacia, en el partido del Grupo 4 de la Liga A de la Liga de las Naciones de la UEFA celebrado en el estadio de Wembley, Londres, Reino Unido. 18 noviembre 2018. Action Images vía Reuters/Carl Recine

 

 

La recientemente creada Liga de las Naciones de la UEFA ha demostrado ser un éxito gracias a la combinación aparentemente simple, pero a menudo olvidada, de un formato ingenioso y duelos entre equipos de un nivel similar.

Vista inicialmente como otra iniciativa destinada a cargar aún más un calendario de partidos de selecciones ya saturado, la Liga de las Naciones ha demostrado ser una buena alternativa a los aburridos duelos amistosos y a los desequilibrados encuentros europeos de clasificación para los grandes torneos.

En los últimos días, Inglaterra pasó del descenso a ganar su grupo en ocho minutos, Holanda logró una clasificación dramática a semifinales a expensas de Francia, y Bélgica quedó sorpresivamente fuera de la siguiente ronda a manos de Suiza.

El torneo también ha estado muy lejos de ser como las tradicionales eliminatorias para la Copa del Mundo o la Eurocopa, donde los grupos de seis equipos presentan partidos como Alemania contra San Marino o España frente a Liechtenstein.

“Siempre tuvimos quejas de las grandes potencias del fútbol sobre enfrentar a países pequeños en lugar de medirse entre ellos, y también las quejas de los más pequeños de que nunca ganaban”, dijo el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin. “Ahora, cada partido es interesante”.

Y si bien el formato de la Liga de Naciones en sí mismo parecía complejo cuando se presentó por primera vez, resulta ser muy simple.

Las 55 selecciones de Europa se dividen en cuatro divisiones, o ligas, que van desde la A, la más fuerte, hasta la D. Cada una de ellas se divide en cuatro grupos de tres o cuatro equipos.

Los ganadores de cada grupo ascienden de categoría, en el caso de las Ligas B, C y D, o clasifican para la llamada “Final Four” en el caso de la Liga A. El equipo que termina último en cada grupo desciende de división.

Las selecciones más pequeñas también tienen motivos para estar felices, ya que en lugar de estacionar el bus frente a la portería y tratar de lograr un resultado honroso pueden soñar con ganar partidos y liderar sus grupos.

“Al comienzo de esta campaña nuestro principal objetivo era encabezar el grupo”, dijo el entrenador de las Islas Feroe, Lars Olsen, un comentario que probablemente no puede realizar durante las eliminatorias continentales.

Reuters

Exit mobile version