¡Y no fue en Venezuela! Roban armas a la policía y las reemplazan por piezas de juguete

¡Y no fue en Venezuela! Roban armas a la policía y las reemplazan por piezas de juguete

Foto: @ActualidadRT | Referencial

 

La policía paraguaya investiga el robo de 42 fusiles de guerra tipo FAL calibre 7,62 mm de sus dependencias y su sustitución por réplicas de juguete, reveló este lunes el ministro del Interior, Ernesto Villamayor, en conferencia de prensa.

AFP





Varias de las réplicas son de plástico y de madera, de aire comprimido y airsoft, según el informe.

Estamos trabajando para determinar en qué momento se produjo la desaparición de las armas“, expresó el ministro tras ser recibido en audiencia por el presidente Mario Abdo Benítez.

Villamayor calificó de “grave” la situación “ya que esas armas podrían ir a parar a manos de delincuentes” internacionales.

“Hay además denuncias de (otras) 90 armas cortas desaparecidas, entre enero y julio de este año”, detalló el ministro.

El caso fue comprobado durante un inventario en el Departamento de Armas y Municiones.

Si bien el armamento sustraído es considerado como material en desuso, “funcionaban perfectamente“, dijo el funcionario.

Las armas habían sido llevadas a un depósito en las afueras de Asunción desde distintas reparticiones del país luego de ser reemplazados por equipamiento más moderno.

Expertos del departamento de criminalística constataron tras una inspección técnica que se trata de imitaciones de armas y en su informe remarcaron que “no cuentan con ningún tipo de mecanismo de disparo”.

Las palancas de armado no pueden realizar maniobra alguna para el alistamiento del arma“, subrayaron.

Una veintena de policías comisionados en el departamento fueron sumariados.

El responsable habría admitido ante sus superiores que cuando tomó control de la dependencia, en enero pasado, firmó el registro de la cantidad depositada sin verificarlas, según fuentes policiales.

Las armas desaparecidas son fusiles tipo Fal, de procedencia brasileña, que podrían estar siendo comercializadas a grupos criminales brasileños en la frontera a un precio aproximado a los 10.000 dólares por pieza, según las sospechas de los investigadores.

La sustracción de armas habría sido sistemática.

Luego del descubrimiento, las autoridades paraguayas ordenaron un inventario general de armas tanto en la Policía como en las Fuerzas Armadas.