Una marea tóxica ataca en Florida: 4.300 animales muertos y 15 personas infectadas (FOTOS)

Sanibel, Florida/  Joe Raedle/Getty Images/AFP

 

 

La peor marea roja en más de una década ha terminado con grandes cantidades de fauna marina —unos 4.000 peces aparecieron muertos— en los condados de Lee y Collier, según Weather.com. El Servicio Meteorológico Nacional, agregó, extendió su advertencia de peligro en las playas de esos dos condados y en las de Sarasota y Charlotte.





“Los problemas respiratorios en humanos y la muerte de peces puede comenzar cuando la marea roja llega a 10.000 células por litro”, explicó el sitio. “Rick Bartleson, un experto en calidad de agua de la Fundación Sanibel-Captiva, dijo que recolectó muestras con más de 20 millones de células por litro”.

El problema más grave consiste en la dificultad de controlar las mareas rojas en la Florida. Las toxinas se liberan cuando la Karenia brevis muere, es decir que no alcanza con eliminar el alga, sino también las toxinas que quedan en el agua. Algo que no se puede hacer hasta el momento.

Han muerto cientos de peces y tortugas. Sin embargo, la Clínica para la Rehabilitación de la Vida Silvestre, ha conseguido rescatar con vida algunas tortugas marinas que estan siendo cuidadas.

La marea tóxica ha producido a causa de floración de algas, que supone un brote de cianobacterias y por lo tanto, pone en peligro la vida silvestre así como la pública. La contaminación y el agua cálida estimulan el crecimiento del alga. Además, en esa zona se encuentran los Everglades, un enorme ecosistema de humedales. Con la contención de su flujo natural y el agua de las precipitaciones que se acumulan, sobre todo con el paso de huracanes, se facilita el desarrollo del alga.

Así, las aguas han arrastrado enormes cantidades de peces y tortugas marinas muertas, así como manatíes y un tiburón ballena a las playas de Sanibel ayer, 1 de agosto. Asimismo, la temporada de marea roja generalmente dura de octubre a alrededor de febrero, pero la marea roja actual se ha mantenido a lo largo de la costa por alrededor de 10 meses.

 

“¡Qué diferencia! La foto superior muestra a Sanibel en abril. La foto inferior es el mismo lugar en este momento. La hermosa agua azul y la arena están plagadas de peces muertos por las malas condiciones del agua”, dice el tuit de la periodista Andrea Henderson, de WINK News, Fort Myers

Sanibel, Florida/  Joe Raedle/Getty Images/AFP

 

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Una tortuga es examinada por veterinarios en Sanibel, Florida  Joe Raedle/Getty Images/AFP 

 

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Las olas y la brisa marina llevan las toxinas al aire, donde se difunden y causan problemas respiratorios en las personas. Quince personas que se atendieron en el Sistema Médico del condado de Martin entre el sábado 28 y el martes 31 de julio mostraron los síntomas habituales del contacto con la Karenia brevis, informó TCPalm.com.

Además de los problemas respiratorios, la toxina microcistina de estos organismos puede causar náuseas, vómitos, sarpullidos y alergias. Si se consume en el agua, en el largo plazo afecta las funciones del hígado. Se sospecha que tienen relación —también en el largo plazo— con enfermedades neurológicas como la esclerosis lateral amiotrófica, el mal de Alzheimer y el síndrome de Lou Gehrig.

“Esto está desagradable”, citó The New York Times la publicación de una vecina de Englewood, en el condado de Sarasota, en las redes sociales, sobre la costa cubierta de peces muertos y envuelta en un hedor insoportable. “No he ido a la playa en semanas”.

Las invasiones de algas se generan en el lago Okeechobee y llegan a ambas costas y a sus famosas playas. Suelen durar desde el otoño hasta la primavera, pero muchos factores —como el viento, las corrientes y el resto de la flora marina— pueden crear situaciones excepcionales. Este año, dada la intensidad y la duración del fenómeno, el gobernador de la Florida, Rick Scott, firmó un decreto para combatir la Karenia brevis.

“Estas algas verdeazuladas, que aparecen en el lago casi todos los años, se multiplican por el agua estancada, las temperaturas altas y los nutrientes de fuentes como los fertilizantes”, dijo Christopher Gobler, profesor de Ciencias Marinas en la Universidad de Stony Brook, al periódico de Nueva York. “Ese lago sufre un gran impacto de la agricultura de los cítricos”, agregó.

El fenómeno afecta otra gran industria del estado: el turismo. “Realmente nos está devastando”, dijo Rachel Wells, quien ofrece tours en catamarán por el golfo de México desde Englewood. Luego de no hacer un solo tour en dos semanas, suspendió a seis de los empleados de su empresa hasta que el negocio repunte.