Creaste el caos y el caos te lleva, por Carlos Blanco

Creaste el caos y el caos te lleva, por Carlos Blanco

Las declaraciones recientes de varios jerarcas del chavismo con fuertes críticas a la situación del país evidencian la implosión que ha apresado al régimen, cubierto apenas con un taparrabos, aunque sea de dimensiones colosales para abarcar la masa de grasa fofa que debe cubrir. Lo que acontece es real: el caos agarró a los zombis.

El régimen anda en una estrategia de “cambiar” las políticas económicas al permitir una dolarización de hecho de los precios, restringir el financiamiento monetario que ha alimentado la hiperinflación y usar la colocación de bonos en la banca, disminución radical de las importaciones, disminuciones agresivas del salario real envueltas en millones de aumento, autorización (haciéndose los locos, según los casos) para el uso del dólar sin restricciones a los importadores, y otras medidas que suman hambre nueva al hambre vieja.





Los zánganos mafiosos no pueden enmendar con medidas económicas lo que es el resultado de sus medidas políticas e institucionales. Para hacerlo tendrían que dejar de ser lo que son y ni quieren ni pueden. El centro de un cambio es el respeto a la libertad económica, política, cultural y espiritual; es la vigencia sin atenuantes de la propiedad privada; es la existencia de independencia institucional; es la autonomía de gobernaciones y alcaldías en el marco de la ley; es la apertura a la inversión nacional y extranjera en energía, comunicaciones, turismo, industria, etc.; es la renovación de los poderes públicos; es el cese de la corrupción y castigo a la panda de ladrones que asuela el país y engorda sus fortunas afuera. Esto no lo pueden hacer de ninguna manera. Pueden inyectar suero y poner resucitadores por unos días, pero no pueden salir de esta colosal crisis con sus propios medios. Ya no. Tienen que ser reemplazados porque no hay nadie que crea lo que sale por debajo de ese bigote. Nadie.

Así se ha generado una corriente interna dentro del PSUV dirigida a retar a Maduro, y su palanca es el próximo Congreso del PSUV totalmente controlado por Diosdado Cabello. Incluso se ufana de contar con una variedad de generales (por cierto, los que como Pinochet con Allende, proclaman más lealtad a Maduro).

Maduro se prepara a resistir. La presencia cubana se incrementó a más de 6.000 combatientes. Rosario Murillo (¿se llama así?), dirige a los más radicales.  Pero todo será inútil. Cuando agarras la bajada sólo te detiene el asfalto.

“Como el miedo es el mayor suplicio de los tiranos, el crimen más irremisible a sus ojos, es hacerles sentir miedo.” (Jean Baptiste Say)