Nico y el hambre-terror, por José Machillanda

Nico y el hambre-terror, por José Machillanda

 

 

 





El 20M, expresión de la resistencia civil según el Contrato Original, derrota a la dictadura autocrática-militarista y a la partidocracia celestina y mercenaria que se subyuga a una posible corrupción electoral. La autocracia Maduro-Padrino no ha sido capaz de definir una acción política con motivo, dirección y sentido en la política doméstica, ni en el sistema interamericano que lo asfixia, desde el mismo momento que viola los patrones y procedimientos de la democracia, en ánimos a perdurar en un sistema político comunista. La derrota al régimen es tal, que Nicolás Maduro muestra un completo desequilibrio. Nicolás Maduro derrotado por incapaz y peor acompañado no haya como resolver la híper-inflación, no puede con la inseguridad, menos con la incertidumbre y el país termina dos semanas después del 20M en un grave proceso de desprotección. La conflictividad social se le viene encima y descubierto por farsante, ahora no tiene que regalar, está desnudo por mentiroso y por falta de dólares. La razón-hambre que él no puede comprender, pesa cada vez más al incrementarse la miseria exponencial.

 

El hambre-terror acecha a Maduro y su régimen. El hambre-terror es la fuerza interna que junto a la resistencia civil se convertirán en energía política de reclamo, para echar a esta locura de revolución comunista militarizada que es insoportable. El hambre-terror impuesta por la incapacidad e ignorancia del régimen militarista explica, en primer término, la revuelta del cuerpo armado. Revuelta que crece y sigue. Frente a esta verdad política, brilla resistencia civil del 20M y, por qué no, toma cuerpo la posibilidad de un levantamiento del cuerpo social harta de la miseria exponencial, culpa del latrocinio del socialismo a juro.  El hambre-terror que impone el bestiario será la razón para que ocurra una autoafirmación democrática de los demócratas, que se niegan a la disposición de dominio de una ideología cubana impuesta por un chófer que desconoce el espacio público. Por ello, usa la polemología –ciencia de la guerra- en vez de la política. Así continúa destruyendo, aumenta la gendarmería que junto a la híper-inflación y la falta de pan, sin tener posibilidad de ningún regalo, crea una situación más delicada para una sociedad que avizora la calamidad político-social.

 

Nicolás Maduro está aturdido, no tiene planes, no tiene liderazgo, no manda a nadie, pero además… no tiene recursos. Ni él ni quienes le acompañan pueden definir el Ambiente Político Real, por ello aún creen que manipulando al venezolano con el hambre pueden hacer fintas tanto en lo doméstico como en lo internacional. No quieren entender lo que significa Pence, es decir, el poder de Washington en la OEA. Frenéticamente recuerdan al 4F y al 27N, toman de allí la violencia brutal de esos dos golpes de Estado incompletos para proyectar esta supuesta revolución, que en 20 años lo único que ha producido es el hambre-terror.

 

Nicolás Maduro atolondrado y sin rumbo, porque no puede definirlo, sigue hablando del socialismo a juro en el siglo XXI, es decir, no puede aproximarse a la democracia ni al gentilicio democrático, que por vía de la resistencia civil y acumulando el 82% de ¡No Votar! le dijo No a la revolución y a los mercaderes de la política que lo acompañaron. Nicolás Maduro irreflexivo, imprudente por ignaro desconoce la interdependencia compleja y se imagina que Venezuela es una isla. No sabe del anillo negro, ni del azul, ni del amarillo y menos del blanco, por lo tanto no se puede aproximar a la importancia estratégica de Venezuela y su relación en el hemisferio occidental. Es un atorrante, nunca un hombre de Estado, por ello tal como desconoce la estrategia, desconoce el hambre-terror.

 

El hambre-terror más la inexistencia del pan, del pan de trigo, más la especie económica de que todo vale un millón, convergen acunados por la resistencia civil sin ningún liderazgo político emergente, todos los demócratas para demandar un cambio. Silencio, parece el toque que hoy se le está interpretando al hiato Maduro-Padrino. Silencio después de la revuelta, después de la resistencia civil y con el crecimiento del hambre-terror pareciera que se juntan y desembocarán en un Ambiente Político Real Violento, en el cual el toque de silencio sugiere el surgimiento de una diana para la democracia.

 

Es original,

Dr. José Machillanda

Director de CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 5 de junio de 2018