Un jurado de Nueva York halla culpable a Yoselyn Ortega, la “niñera asesina”

Un jurado de Nueva York halla culpable a Yoselyn Ortega, la “niñera asesina”

FILE PHOTO:  Yoselyn Ortega, a nanny who is accused of killing Lucia and Leo Krim, ages 6 and 2 respectively, arrives for a hearing for her trial at Manhattan Supreme Court in New York, July 8, 2013.  REUTERS/Lucas Jackson/File Photo
FILE PHOTO: Yoselyn Ortega, a nanny who is accused of killing Lucia and Leo Krim, ages 6 and 2 respectively, arrives for a hearing for her trial at Manhattan Supreme Court in New York, July 8, 2013. REUTERS/Lucas Jackson/File Photo

 

 

Yoselyn Ortega, la niñera que en 2012 mató a los dos niños que cuidaba, fue hallada culpable el miércoles de los dos homicidios por un jurado de Nueva York.

AFP

Tras dos días de deliberaciones, los 12 jurados declararon a Ortega culpable de los cuatro delitos de los que era acusada, dos por cada uno de los niños, y rechazaron la teoría de la defensa de que sus problemas mentales le impedían entender lo que hacía.

Ortega, una dominicana de 55 años cuya historia inspiró una exitosa novela de la escritora franco-marroquí Leïla Slimani, “Chanson douce” (Canción de cuna) que ganó el premio Goncourt en 2016, será condenada posiblemente a cadena perpetua.

El 25 de octubre de 2012, Ortega mató a puñaladas a Leo y Lucia Krim, de dos y seis años, en el baño del apartamento de la familia Krim en el acomodado barrio del Upper West Side, a pasos del Central Park.

Durante seis semanas de juicio en la corte de Manhattan, la defensa presentó el testimonio de varios médicos, sobre todo dos psiquiatras, para intentar convencer al jurado de que Ortega no podía ser considerada responsable de sus actos.

Los expertos estimaron que la niñera, que intentó cortarse la garganta tras los asesinatos, había mostrado varios síntomas de psicosis.

Allegados a la acusada contaron asimismo que Ortega padecía depresión nerviosa, y parecía perder el control en los días anteriores a la tragedia, con crisis de llanto y paranoia.

Dos psiquiatras estimaron que en el momento de los asesinatos estaba en “un estado de disociación”.

“Su mente y su cuerpo se separaron metafísicamente”, estimó la abogada de la acusada, Valerie Van Leer-Greenberg.

Pero los fiscales subrayaron que Ortega albergaba profundos resentimientos contra la madre de los niños, Marina Krim.

Sus testigos presentaron mensajes dejados por Ortega a su hermana y a su hijo antes de los asesinatos que dejan pensar que su gesto fue premeditado.

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