José Luis Zambrano Padauy: Un país insólito y desentonado

José Luis Zambrano Padauy: Un país insólito y desentonado

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Por más que estas errantes modas sonoras, desentonen sus mensajes o carguen de estruendo las radios, con extraños compases, retumbos estridentes o sonidos imprecisos, no podemos prescindir de la música.





Un gran ejecutante de algún instrumento puede por sí sólo, ser capaz de llevar sensaciones impredecibles o fraternizar con algo celestial que sobrepasa la reflexión más aguda. Así como una canción de actualidad logra erigirse como un emblema imborrable con el tiempo, con momentos instantáneos de la vida, llevando un baúl de recuerdos que hace saltar lágrimas a través de los años.

Por eso, cuando falleció el maestro José Antonio Abreu, quien tuvo la solemnidad de fundar el Sistema Nacional de Coros y Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, generó una impresión desconcertante y un luto inmediato en todos aquellos que valoramos las raíces culturales de una patria que hoy ha perdido sus arpegios.

Pero saltó la duda sobre quién asumiría sus postulados musicales y le daría continuidad a una imponente institución, con más de 40 años diseminando el arte en tantos niños y jóvenes de nuestro país.

Resulta doloroso afirmar que en Venezuela padecemos de una inmunidad manifiesta al asombro, curtidos ante tantos sobresaltos. Ya nada parece sorprendernos, pues bastante impresionante es que más de 85 por ciento de la población venezolana esté sumergido en la pobreza, en una de las naciones con mayores recursos naturales de este mundo desorbitado.

No sé si en Escocia, Rusia, Austria o EEUU hayan quedado boquiabiertos tras el anuncio efectuado esta semana. Lo informaron con el escándalo ceremonioso acostumbrado y a voz en cuello, para no dejar duda de la admirable desfachatez de este Gobierno: Delcy Rodríguez, presidenta de la maltrecha Asamblea Nacional Constituyente, sería la directora. Pero a la par, el hijo del Presidente, también integraría la directiva del Sistema.

Nicolás Ernesto Maduro Guerra, un hombre con más fachas de una ociosidad insolente, que de heredero de unas de las instituciones más respetadas del globo terráqueo, tomaría la batuta -junto a Rodríguez-, de un programa de enseñanza musical de tanta valía internacional.

El retoño del mandatario venezolano sólo es reconocido por tener una dispendiosa vida de lujos, además de su tangible falta de perspicacia, con frases como: “han quemado gente viva, ha fallecido gente viva”, o de considerar que la Casa Blanca queda en Nueva York.

Su ignorancia sin miramientos -a tenor de su padre que no le han faltado pronunciamientos escasos de pedagogía o expresiones elementales de su carencia intelectual- , poco se le puede comparar al ingenio de Abreu, quien siempre tuvo los buenos talentos y la disciplina para edificar un modelo orquestal que le mereció el premio Príncipe de Asturias y el reconocimiento de la Unicef.

Tanto Delcy Rodríguez como “Nicolasito” no tiene un milímetro de conocimiento musical y mucho menos los grades oficios de lograr obras intachables, como un sistema orquestal copiado por más de cuarenta nacionales.

Lo peculiar de este nombramiento de nepotismo a sus anchas, es que se efectuó vía decreto y no por medio de una alocución presidencial. No creo que fuese para evitar la tufarada lógica por una designación sin sentido. Tal vez sí, para evadir una deliberación de tantas, sobre lo poco amueblada que tiene la cabeza su hijo pródigo.

Sin duda que la posición del Presidente de considerar a los emigrantes venezolanos como lavadores de pocetas e inodoros en el extranjero, no sea tan discordante e inadmisible como entender que su hijo, quien no tiene el talento ni para lustrar un zapato, pudiese dirigir con astucia este gran Sistema de Orquestas.

MgS. José Luis Zambrano Padauy

Ex director de la Biblioteca Virtual de Maracaibo “Randa Richani”

zambranopadauy@hotmail.com