Alexander Guerrero E.: La ideología del fracaso y su clientela política

Alexander Guerrero E.: La ideología del fracaso y su clientela política

Alexander Guerrero E. @alexguerreroe
Alexander Guerrero E. @alexguerreroe

 

Una ideología es un conjunto de creencias que afecta nuestra visión del mundo; es decir, es nuestro conjunto de valores y sentimientos más cercanos, y actúa como el filtro a través del cual vemos todo y a todos. De hecho, estas creencias a menudo están tan cerca de nosotros que no nos damos cuenta de que están allí. También visto como el cuerpo de doctrinas, mitos, creencias que guía al individuo, instituciones, un concepto que refiere una realidad de creencias normativas y expresiones de la conciencia e inconciencias de individuos, grupos, instituciones, etc. Queramos o no la ideología no la ética, vive en la interacción del individuo con su medio, y las instituciones que tiempo le permite crear.

Con esta pequeña introducción, que nos dice que nuestra forma de ver y concebir el orden que fundan las cosas que nos rodean, me permite traer una simple reflexión que subyaced a cada venezolano al referir su vivencia y sobrevivencia de la tragedia que acaba con su tierra, de la mano de un fenómeno político que mayormente no pensó que podría desembocar en la ruina de su familia, en la perdida de condición natural, un proceso general de empobrecimiento intergeneracional.   





En enero se reunió la cumbre mundial y anual de empresarios, políticos y académicos, científicos, en Davos, un espacio ideal para esconder creencias y valores, y también para enmascarar las razones del éxitos y fracasos. El temor o represión personal a expresar la expresión del consciente y el subconsciente, existe el prejuicio ¨anti’ ideológico¨ de quienes sienten que las cosas ocurren independiente de lo que el individuo genera material e inconscientemente, una posición que deja huellas serias del materialismo histórico, una posición ideológica que mueve la juventud por épocas.  

Por ejemplo en Davos, el Chancellor del evento, John McDonnell y cito su reflexión, común a muchos afuera y muchos más adentro de este país, qué piensan que lo que está pasando en Venezuela no tiene nada que ver con el socialismo y ni siquiera es una revolución, esto se oye a menudo y en boca de quienes no tienen el derecho a decirlo, razones obvias,  afirman y cito a McDonnell  sobre lo que realmente habría ocurrido Venezuela no tiene nada que ver con el ¨socialismo real¨ .  

El Chancellor John McDonnell lo expreso de la siguiente manera, lo que comento en los parrafos arriba; “It’s not that the issue if is socialism vs capitalism. … all the objectives of Chavez … would have been successful, if they had mobilized the oil resources to actually invest in the long term […] …I think in Venezuela they took a wrong turn, a not particularly effective path, not a socialist path”.  Fin de la cita del ilustrado de Davos. Aunque es desde luego una posición político-ideológica de McDonnell, puede ser también desconocimiento que los ingresos petroleros de los petroestados (definidos por ser propietarios del recurso, de su renta e ingresos, se dirigen en función política -redistributiva, fiscal- y no de racionalidad económica alguna. Un error que cometieron en conjunto todos los próceres petroleros de la vieja y muchos de la nueva guardia. Hoy tienen coro con sus amigos de la izquierda ¨viable¨ Noam Chomsky y Slavoj Zizek, los mas visibles adoradores de la “época de oro” de Chvez,  y quienes igualmente cuestionan las credenciales socialistas y revolucionarias del proceso político social y económico que ha destruido a Venezuela; ergo, el hambre, el Estado Fallido, el auge de la criminalidad, inseguridad, uso de la fuerza para aplacar la resistencia, cayeron del cielo independientemente de la conciencia del hombre o hombres que en nombre del socialismo, la paz y el buen vivir, llevaron a cabo el actual proceso de destrucción.

Con esto, Venezuela se une a una larga lista de países que alguna vez fueron considerados modelos de socialismo por la intelectualidad latinoamericana europea y americana, hasta el momento en sus fracasos llegaron a ser tan obvios e innegables que se convirtieron en una vergüenza para la causa de los socialismos, cualquiera de sus tintes, desde el socialismo ¨veggie¨ social demócrata y socialcristiano, hasta el socialismo carnívoro del comunismo, pasando por socialismo viable.

El primer ministro de Dinamarca hace unos meses en una declaración de prensa enfatizó, Dinamarca no es ningún país socialista democrático, ni el bienestar lo trajo el socialismo, es una economía de libre mercado y con propiedad privada sin remiendos, (sic) que sirva de anécdota. En este punto, la versión del socialismo de esos países deja de ser retroactivamente el socialismo “real” el cubano a la soviética, por ejemplo, o el Norcoreano que tiene tintes muy reales en Venezuela.

En realidad, este fenómeno de mal y perverso ¨conocimiento¨ ha estado ocurriendo durante mucho tiempo. Algunos estudiosos le han salido al encuentro -anticipadamente- Hace unas cuatro décadas, Hayek escribió en relación a esto, sobre  “la búsqueda vana de los intelectuales por una comunidad verdaderamente socialista, que resulta en la idealización y luego la desilusión con una cadena aparentemente interminable de ‘utopías’: la Unión Soviética, China,,, Yugoslavia, Cuba, Vietnam, Tanzania, Nicaragua ” y podríamos agregar a esta lista de Hayek  una veintena de países más entre África y America Latina..

Cuesta comprender y han pasado veinte décadas de socialismo gritado por su líder ‘Chávez’ por todos los rincones de la patria, se haya llegado a los extremos de una intelligentzia e intelectualidad inane, fútil, de poca madre, que no quiso entender esos fenómenos, o quizás aún más perverso dejar y olvidar lo malo para que se pudiera ver lo bueno de la obra del Robin Hood socialista. Llegaron inclusive a acercarse a el discurso político con su correspondiente comportamiento de emular el populismo socialista de la retórica oficial de la revolución para competir por un mercado político, en el cual era imposible, Chávez pagaba.

Sin embargo, cientos de dirigentes lo hacían convencido de lo contrario, lo cual deja mucho para cortar, porque el mundo esta pleno de ejemplos de donde aprender. Por ese camino, esa clase política fracasada en oponerse efectivamente al chavismo, caían mansos en esa trampa de opinión público su intelecto no alcanzaba para comprender que su comportamiento político en lo hechos alargaba la tragedia.

Finalmente, el hambre la hiperinflación, la represión, la dictadura y el escapulario socialista guindando del cuello ha hecho despertar a algunos, pero aún no a los que en realidad debió sacudir, a la clase política que se apodero y secuestro el movimiento opositor, ideológicamente no quisieron desligarse del retorica socialista y populista porque tanto Chavez como Maduro amados por los pobres según la retórica de los capos de la opinión pública, serviles del regimen y rentistas de ocasión, les darían la espalda a los líderes políticos de pacotilla.

Hoy cuando algunos despiertan, ojalá no haya sido demasiado tarde, dado que su comportamiento político, le hizo crecer el costo de salida de esta desgracia socialista. Si nos fijamos en la composición de la economía venezolana, es posible encontrar espacios políticos y económicos distintos al socialismo, pero de lo que no queda duda, es que, en las últimas dos décadas, Venezuela se enrumbo en 1999 en la dirección del socialismo cubano, con claros oscuros adecos, socialcristianos, y otras congregaciones organizadas en el Foro de Sao Paolo, babalaos y devotos del Palo Mayombe.