Julio Castellanos: Fiebre del oro en Tocuyito

Julio Castellanos: Fiebre del oro en Tocuyito

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El 15 de enero del año en curso, fueron aprehendidas por efectivos de la Guardia Nacional adscritos al destacamento Nº 411 dos mujeres por la práctica ilegal de la minería. La nota publicada en la sección de sucesos del diario Notitarde en aquella fecha indicaba que a esas ciudadanas “Les incautaron una motobomba de 5.5 caballos de fuerza, 100 metros de mangueras de plástico y otros implementos necesarios para el desvío del cauce del río de la zona y práctica ilegal de la minería. Durante labores de patrullaje en toda la jurisdicción, se encontró y detuvo preventivamente a estas dos ciudadanas quienes de manera ilegal sustraían el agua de la quebrada del sector Barrera, para el lavado de tierra proveniente de la mina, lo cual provocaba el desvió del cauce del río y la destrucción de la vegetación del lugar”





¿Qué ha sucedido entre el 15 de enero de este año hasta ahora que la fuerza pública no detiene a todas esas personas que a plena luz del día circulan por Tocuyito con implementos propios de la minería, se montan en camiones y se trasladan las inmediaciones del rio “El Torito” para extraer oro?, ¿acaso ninguna autoridad pública ha visto la extraña proliferación de negocios de compra – venta de oro? ¿Por qué tanto silencio, tanta complicidad? ¿Hay pago de vacuna de por medio? Claro, entiendo que el desempleo, la pobreza y la falta de oportunidades tienen consecuencias sociales graves y muy evidentes. De hecho, muchos analistas advierten que alrededor del 10% de la población recurre a la basura para alimentarse y en algunos lugares se han reportado episodios donde un perro, un caballo u otros animales han sido usados como alimentos en contextos de desesperación. Es probable que aquello del “Plan Conejo” no sea tan preocupante como lo será el momento en que llegue el “Plan gato”, “Plan rata”… El hambre destruye la vida civilizada.

Ahora bien, esta crisis tiene hoy en Tocuyito una manifestación con consecuencias ecológicas y en el plano de la seguridad ciudadana. La práctica de la minería tiende irremediablemente a depredar al medioambiente, el río “El Torito” está sufriendo cambios de curso, la contaminación por productos químicos y otros desechos y, además, los vecinos de las zonas aledañas reportan el surgimiento de mafias que amenazan la seguridad de sus hogares y cultivos.

Unos pocos gramos de oro cuestan la destrucción de parte del río sin que sea posible recuperarlo. Pero las autoridades públicas se mantienen en su burbuja, el alcalde y los concejales guardan silencio, la policía y la Guardia Nacional empezaron a mirar en otra dirección. Los medios de comunicación, censurados y autocensurados, solo informan de farándula y deportes ante el miedo de ser cerrados y que siga la fiesta, como si Tocuyito no tuviera dolientes.

Es urgente que los ciudadanos tomen conciencia de lo que esta crisis humanitaria está provocando. Nuestra sociedad está desvaneciéndose frente a nosotros, el sentido de autoridad, las normas de convivencia, el respeto por el ambiente está dejando de existir y, poco a poco, la lógica social es sustituida por la lógica de la sobrevivencia ante el riesgo de inanición en medio de la escasez y la miseria. Aunque estos eventos recuerdan las plagas bíblicas, esto no se resuelve rezando. Se resuelve votando, eligiendo nuevos y capaces gobernantes. Aquí estamos los Adecos, dispuestos a trabajar por Tocuyito. #LaDecisiónEstáEnTusManos #VotaXAD

Julio Castellanos / jcclozada@gmail.com / @rockypolitica