Sanciones, sancionados y víctimas de las sanciones, por Fernando Camino Peñalver

Sanciones, sancionados y víctimas de las sanciones, por Fernando Camino Peñalver

Fernando Camino  @fernandocaminop
Fernando Camino
@fernandocaminop

Desde 1998 el régimen instaurado desata una serie de sanciones económicas, políticas y sociales a nuestra nación. Los sancionados han sido las instituciones públicas, la democracia y la libertad, el sector productivo privado y la producción. Las víctimas, todos los que habitamos esta generosa tierra.

El sector de la producción privada interna, ha sido sometido a todo tipo de sanciones económicas y punitivas por parte del régimen: la inseguridad jurídica materializada por el irrespeto a la propiedad privada; por los controles y regulaciones arbitrarias a la producción, a la comercialización y a los servicios (con más ensañamiento hacia los medios de comunicación social), ha sido el mascarón de proa de este naufragado sistema autoritario.

Las sanciones también se manifiestan de forma punitiva, contra empresarios y humildes productores agrícolas como Franklin Brito. Las invasiones violentas de unidades de producción agrícola, ejecutadas por colectivos armados apoyados por efectivos militares; la toma de empresas por bandas armadas disfrazadas de sindicatos, han conformado un cuadro de inseguridad personal que ha venido afectando tanto a trabajadores como a empresarios.





No hay crimen sin víctimas, en este caso de las sanciones económicas impuestas por el régimen, quien “paga los platos rotos” es nuestra población: la pobreza, la escasez y la carestía, resumen el precio que han tenido que pagar, sobre todo los sectores más vulnerables de nuestro país, ante la arremetida ideológica de un régimen desprovisto de toda ética y sensibilidad social.

El 82% de nuestra población es pobre y el cincuenta por ciento de ella no tiene recursos económicos, para comprar alimentos que le permitan comer tres veces al día. Los productos regulados de precio están escasos, mientras los anaqueles están llenos de productos importados calculados a la tasa del dólar libre, que solo puede comprar totalmente un doce por ciento de la población.

La pérdida de peso y la desnutrición, junto a las enfermedades originadas por la inadecuada ingesta de alimentos, son padecimientos que están diezmando a la inmensa mayoría de nuestra población. Las tasas de desnutrición están en aumento y 54% de los niños tienen algún nivel de deficiencia nutricional. Entre los niños menores de cinco años, la desnutrición aguda moderada es del ocho por ciento y la desnutrición aguda severa es del tres por ciento, han denunciado instituciones científicas y varias ONGs.

Las sanciones económicas aplicadas por Estados Unidos a los altos jerarcas del régimen, así como al gobierno de maduro, comparadas con las que nos han impuesto en todos estos años los gobiernos chavistas, no afectan mayormente a nuestra población. La venta de petróleo y la compra de hidrocarburos por parte de nuestro país a Estados Unidos no está sancionada y la importación de alimentos tampoco.

Maduro tuvo la oportunidad histórica, de levantar las sanciones económicas impuestas a la población por el primer gobierno chavista, pero no lo hizo. En vez de suspender las sanciones contra nuestro pueblo, las incrementó. Ahora tiene otra oportunidad más importante, que es la solución política a la grave crisis social y económica que padecemos.

Consulte al pueblo, que está pidiendo urgente una solución pacífica, democrática y constitucional.